Las fuerzas represoras del régimen cubano detuvieron a manifestantes de Encrucijada que protestaron el jueves 7 de noviembre por los prolongados apagones que han afectado masivamente a la población tras el último colapso total sufrido por el sistema electro energético nacional (SEN).
Las manifestaciones surgieron tras el malestar generalizado que dejaron los constantes apagones experimentados tras los sucesivos colapsos totales del SEN, sumados a la rutina de apagones intermitentes programada por la Unión Eléctrica (UNE) a pedido de las autoridades de un régimen que ha eludido su responsabilidad de garantizar servicios públicos esenciales a la población, provocando un hastío generalizado por la crisis energética.
Ante la falta de soluciones efectivas por parte del gobierno, el descontento llevó a los residentes de Encrucijada a salir a las calles para expresar su frustración. Tras más de 48 horas sin electricidad, los encrucijadenses se congregaron frente a la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular y el Partido Comunista para expresar su indignación mediante un ruidoso cacerolazo.
Sin embargo, la respuesta represiva de las autoridades ha sido rápida y contundente. Según la organización Cubalex, que se dedica a la defensa de los derechos humanos en Cuba, al menos ocho manifestantes de Encrucijada fueron detenidos arbitrariamente al día siguiente de las protestas.
“Confirmamos detenciones arbitrarias en Encrucijada, Villa Clara, tras las protestas pacíficas del 7 de noviembre contra los prolongados cortes de electricidad. Hasta el momento, al menos ocho personas permanecen detenidas”, denunció la ONG.
Entre los detenidos se encuentran Rafael Camacho Herrera, Héctor Luis Olivera Rodríguez, Rodel Rodríguez Espinosa, Marcos Daniel Díaz Rodríguez, Andy Pérez Mederos, Rubén Martel y Raciel Cárdenas Díaz. Alejandro Morales Pereira, cuya vivienda fue rodeada por las brigadas especiales y amenazado por los represores, no ha sido detenido.
La situación es aún más preocupante en el caso de Marcos Daniel, quien según reportes, fue operado del corazón, lo que genera inquietudes sobre su estado de salud mientras permanece en custodia. Otra detención destacada es la de Yandri Torres Quintana, quien fue arrestado alrededor de las 2:00 p.m. en la casa de su madre, ubicada en el central "Abel Santamaría". Actualmente, Torres Quintana se encuentra recluido en la prisión conocida como La Pendiente, en Santa Clara, lo que agrava las tensiones en la región y evidencia la cruel postura del gobierno frente a las protestas.
La manifestación de Encrucijada se desarrolló con decenas de personas reclamando el restablecimiento del servicio eléctrico. Videos compartidos en redes sociales mostraron a los manifestantes golpeando cacerolas y gritando consignas, entre ellas: "¡No nos van a callar!".
Los ciudadanos demandaron una solución inmediata, obligando a los dirigentes municipales a presentarse ante el tumulto. Horas después de la protesta, la Empresa Eléctrica de Villa Clara comunicó el restablecimiento del servicio en varios circuitos del municipio, incluyendo los sectores de Jutiero, Vizcaya y Comunidad la Sierra.
"Las autoridades cortaron el acceso a internet para impedir que las personas transmitieran en vivo. Además, agentes de la Seguridad del Estado provocaron a los manifestantes, empujándolos y arrebatándoles los teléfonos para evitar que grabaran. Una fuente local confirmó que, durante la protesta, un agente utilizó una linterna para alumbrar los rostros de los manifestantes mientras les decía: 'Yo te conozco', en un evidente acto de intimidación", relató Cubalex.
Acorde a la denuncia de la ONG, los detenidos fueron trasladados a "Prevención", en Santa Clara. "Los sacaron de la unidad de la PNR esposados y a través de un garaje para evitar que fueran vistos. Mientras tanto, sus familiares permanecían afuera exigiendo su liberación", precisó la organización.
"Las autoridades están acusando a los manifestantes pacíficos de 'desorden público' atribuyéndoles haber escrito la frase 'Patria y Vida' en la fachada de la vivienda de un dirigente tras la protesta", añadió Cubalex. La organización Justicia 11J denunció en sus redes sociales que hubo detenciones en el poblado de Manicaragua, también en Villa Clara, tras incidentes similares. Las manifestaciones incluyen enfrentamientos con las autoridades, cacerolazos, cierres de calles y daños a instalaciones estatales.
Las manifestaciones en Encrucijada forman parte de una ola de protestas que se han extendido por toda Cuba, en respuesta a los cortes de electricidad que han llegado a durar hasta 60 horas y más.
También en La Habana se registraron protestas y cacerolazos en barrios de Nuevo Vedado y Guanabacoa para criticar a las autoridades responsables de las casi 60 horas de apagón que sufrían desde el último colapso total del SEN. La detención de manifestantes pacíficos no es un fenómeno nuevo en Cuba, pero resalta la represión del régimen totalitario y su decisión de acallar la voz de quienes exigen mejoras en condiciones de vida ya precarias.