El mandatario electo de Estados Unidos Donald Trump podría implementar un grupo de nuevas medidas más restrictivas contra el régimen cubano cuando tome posesión de su cargo, en enero de 2025. El periodista Mario J. Pentón entrevistó sobre este tema al analista político Juan Antonio Blanco, presidente de la organización Cuba Siglo 21.
El análisis partió del impacto de las políticas de Trump hacia Cuba en su primer mandato y el posible endurecimiento de las mismas en un futuro inminente. Blanco detalló que estas medidas están enfocadas en asfixiar la economía de la Isla y fortalecer a la oposición interna. Un escenario hipotético es que las nuevas acciones sean continuidad de su primer mandato:
• Reforzar el embargo económico: incrementar las restricciones comerciales y financieras contra Cuba.
• Restringir los viajes: reducir aún más las visitas de ciudadanos estadounidenses a la Isla.
• Eliminar las remesas: impedir el envío de dinero desde Estados Unidos hacia Cuba.
• Revocar inversiones: retirar permisos y acuerdos de cooperación y negocios.
• Designar a Cuba como patrocinadora del terrorismo: mantener esta clasificación.
• Ampliar el uso del Título III de la Ley Helms-Burton: impulsar más demandas.
• Aumentar las sanciones a los envíos de petróleo: impedir el flujo de combustible hacia Cuba.
• Fortalecer el apoyo a la oposición: incrementar la ayuda financiera y logística a grupos opositores.
• Reducir el personal diplomático en la Embajada de EE.UU. en La Habana: limitar nuevamente la presencia oficial estadounidense en la Isla.
Sin embargo, algunas de estas medidas ya no serían necesarias según Blanco, pues su aplicación en el primer mandato de Donald Trump fue tan efectiva que ahora los retos serían otros.
La Administración Trump logró reducir considerablemente las remesas a Cuba, un tema que ya no requeriría tanta atención como en el pasado. Los viajes de estadounidenses a Cuba han disminuido significativamente debido a las políticas de Trump y a la baja demanda actual, dejando de ser una prioridad en la agenda de restricciones.
El 2025 trae un escenario diferente, lo que sugiere que las nuevas medidas de Trump podrían enfocarse en otras áreas.
Una de las más poderosas y estratégicas será la gestión de la crisis migratoria. Este aspecto incluiría la implementación de políticas más agresivas para controlar el flujo migratorio desde la Isla hacia Estados Unidos. A esto se suma la posible ejecución de deportaciones masivas, lo que marcaría un nuevo frente de presión sobre el régimen cubano.
Blanco señaló que las nuevas medidas tendrán como objetivo debilitar más al gobierno y sus relaciones internacionales, promoviendo un cambio político en Cuba. El endurecimiento de la política hacia Cuba es un punto clave en la estrategia de Trump para consolidar su base de apoyo en Florida.
Este análisis permite entender las posibles dinámicas políticas entre Estados Unidos y Cuba en los próximos años. Las proyecciones, aunque no han sido confirmadas oficialmente por la campaña de Trump, reflejan un escenario probable basado en el historial del líder republicano.
La relación entre ambos países podría tensarse aún más, llevando a Cuba a buscar nuevos aliados internacionales para mitigar los efectos de un embargo severo.
Realmente de concretarse esto, el único perjudicado será el ya desgastado pueblo cubano pues la cúpula dictatorial seguirá comiendo, durmiendo con aire acondicionado, desplazándose en carros del año, sin escaseces de ningún tipo.
Estas medidas servirán para ahogar a un pueblo mientras los de arriba mienten y su incapacidad crece más aún, su indolencia, su desprecio a los que deben proteger.
Para eso votaron los cubanos del otro lado del golfo. ¡Pobre Cuba... Todavía no sabes lo que te aguarda!
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