En una entrevista para el podcast de la actriz Yuliet Cruz, con quien compartió escena en este filme pues ella interpretaba a su madre, Armando confesó que esta obra de la cinematografía cubana transformó su vida. Para el joven actor, conocido por su personaje de Chala, la película ´Conducta´ significó un antes y un después en su vida, sobre todo porque a sus 12 años no tenía ningún vínculo con la actuación.
Cuando su mamá lo llevó a presentarse al casting de la película ya habían pasado por allí más de 7 mil niños y él ni siquiera sabía a ciencia cierta a qué iba o quién era Ernesto Daranas, el director de la cinta. Contra viento y marea y contrario a las opiniones de su equipo, Daranas le dio el personaje, aunque él no encajaba en el prototipo de Chala, sobre todo porque venía de una familia humilde, pero con mucha educación.
Cuando Yuliet le pregunta cómo logró encajar en este personaje, Armando confiesa que no sabe: “Yo me dejé llevar, yo estaba jugando todo el tiempo”. La falta de una formación actoral hizo que todo el proceso fuera aún más complejo.
Yuliet recordó que las escenas de la película con Chala eran muy difíciles, muy fuertes y muchas veces terminaba llorando: “Yo vivía con el corazón estrujado”. Después de la película llegó incluso a tener problemas en su secundaria y sus padres tuvieron que cambiarlo de escuela.
“A mí, a Armando, ni le gusta que hablen de él, ni le gusta estar en boca de la gente, ni le gusta ser el centro”, confiesa el joven de 24 años, y recuerda que cuando se estrenó la película en 2014 todo fue una locura.
“Que hoy en día no sea mi pasión la actuación es un resultado de esto mismo, de la sobresaturación”.
Luego de la película entró a la Escuela Nacional de Arte y estudió actuación durante cuatro años, pero el haber sido Chala, haber ganado tantos premios, incluido un Coral, le trajo muchos problemas sobre todo en un entorno donde muchos, incluidos profesores, no habían tenido tantos reconocimientos como él siendo apenas un niño.
Aunque lo llamaron para muchos proyectos en ese momento que su imagen resultaba atractiva para muchos directores, en la escuela no le permitieron participar y solo pudo comenzar a hacer pequeñas cosas a partir del tercer año de la carrera. La desilusión que Valdés experimentó en Cuba lo llevó a perder interés en seguir actuando, un sentimiento que mantiene hoy en día. Esta falta de interés no se debe a los desafíos de construir una carrera en Estados Unidos; más bien, se arraiga en las complejidades y presiones que enfrentó tras su éxito temprano.
El creador del Trofín mendiga en Cuba el medicamento que desarrolló para tratar a su hija
Hace 1 día