El colmo del descaro de la familia real es la aclaración de uno de sus más "distinguidos" integrantes, el nieto de Fidel Castro, hijo del doctor Antonio Castro, el modelo y negociante Sandro Castro, quien en un video pretende aclarar la propaganda realizada alrededor de su fiesta de cumpleaños. Realmente hay que tener cara dura para, primero divulgarlo en medio de la tragedia que vive su país, y segundo tratar de aclarar lo que es más claro que el agua: que mientras el pueblo muere de hambre y necesidades de toda índole, el "niño" festeja su cumple con globos y matracas, en un bar de su propiedad, prometiendo la asistencia de figuras de la cultura (las que quedan en Cuba) y otras sorpresas.
Anunciando un menú y unas bebidas que ni en sueños pueden alcanzar la gran mayoría de los cubanos a los que exigen más sacrificios, más trabajo; a esos mismos cubanos que se les cae el techo y vienen a venderle una colchoneta. Esos mismos cubanos que no puede enviar a sus hijos a la escuela con un vaso de leche porque, sencillamente, no lo tienen.
Lean y escúchenlo. Ni siquiera lo oculta:
"Celebraré mi cumpleaños como un joven revolucionario, en mi ´bar privado, mi negocio´, donde todo está dentro del margen de la legalidad. todos debemos estar unidos en estos momentos de dificultad; soy un joven normal, común y corriente. Estoy siempre con mi país, con mi patria. Están todos invitados, hasta que haya capacidad"
Una burla y de las peores, la del niñito Sandro Castro. Humillante desde su postura de dueño de un bar al que no puede asomarse el cubano de a pie; con carros, con viajes, con todo lo que un muchacho rico puede tener.
Claro que él no es la excepción de la regla porque, sencillamente, en la familia real NO hay excepciones.
Su padre, el doctor Antonio Castro, se graduó y de la mañana a la noche, desplazó al dr. Gilberto Ante de su puesto como médico del seleccionado nacional de béisbol. A Ante le dieron una misión que nunca solicitó y por encima de prestigiosos galenos, especialistas en ortopedia y traumatología del deporte pusieron al hijo favorito del gran dictador como médico de los peloteros.
El mismo doctor Tony Castro fue incluido de porque sí en cuanta delegación deportiva a juegos múltiples se formara como si fuera el mismísimo profesor Rodrigo Álvarez Cambras, padre de la traumatología del deporte en Cuba. El mismo doctor Tony Castro que luce una existencia placentera montando yates en el Mediterráneo.
Su prima, Mariela Castro, tampoco abandona las "luces" y se codea con artistas y empresarios, enmascarada en su lucha por el movimiento LGTB. Ella sí puede comer langostas.
El último de esta legión de descarados ha sido Manuel Anido Cuesta, el hijo de la Machi, que graduado de leyes en 2019 ha viajado el mundo con su mamá y padrastro siendo presentado como "asesor" de la presidencia y ahora, vistiendo costosa ropa junto a la actriz Ana de Armas por Madrid, donde ya ha asegurado un puesto en el bufete Dávalos de los testaferros de la dictadura cubana.
Y claro está, la Machi, Lis Cuesta, quien junto a su familia es dueña de cafeterías y restaurantes especializados por toda la Isla, incluyendo Varadero, donde es famoso el restaurante de mariscos que posee su hermana.
¡Feliz cumpleaños Sandro! Que seas dichoso mientras tu pueblo muere de hambre.
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