La marcha realizada en apoyo a la causa del pueblo palestino ha dejado en las redes muchas repercusiones como por ejemplo ¿por qué no hacerla en Centro Habana o la Habana Vieja y así estarían en lugares similares a los de Palestina, en alusión a los derrumbes, vertederos y tupiciones que pululan en ambos municipios capitalinos? Además, de los "famosos" tenis imperialistas que calzaban los máximos dirigentes del país. No tanto se ha hablado, quizás por su insignificante presencia, del hijo de Raúl Castro y Vilma Espín, Alejandro, quien con gafas de sol y una camiseta negra sostuvo una bandera palestina durante la mencionada manifestación en La Habana el lunes 14 de octubre de 2024.
En la segunda fila, detrás de los "dueños de Cuba", el otrora poderoso hijo de Raúl Castro reapareció por primera vez en público tras varios años de ausencia para dejar saber algo más: que está de vuelta.
Después de años de especulaciones sobre su paradero, el coronel Alejandro Castro Espín marchó en La Habana en medio de rumores sobre la salud de su padre y una crisis económica en espiral que pone a Díaz-Canel en una situación complicada. Los medios oficiales cubanos no lo mencionaron en sus reportes sobre la manifestación, pero se lo ve de pie junto a su cuñado, el esposo de Mariela Castro, Paolo Titolo, en una foto compartida por la cuenta de la Presidencia de Cuba en X.
Ninguno de los pocos líderes históricos nonagenarios que todavía tenían voz y voto en las decisiones del país, incluido su padre, participó en la manifestación frente a la embajada y la marcha por el Malecón habanero.
“Como asesor de seguridad nacional de su padre, Alejandro Castro ocupó un lugar importante en las negociaciones que llevaron al inicio de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 2014, pero cuando Donald Trump dio marcha atrás a la política hacia Cuba del presidente Obama, y Raúl Castro renunció a la presidencia, Alejandro desapareció de la vista del público”, dijo William Leogrande, profesor de la American University, quien es uno de los autores de un libro sobre las negociaciones secretas entre los dos países.
“Su reaparición puede indicar un regreso a la vida pública, pero en qué capacidad, vamos a ver”, dijo. También se barajó la posibilidad de una posible "traición" de Alejandro, vinculándolo con el gobierno estadounidense.
Castro Espín acumuló gran poder durante el tiempo de Raúl Castro como presidente y primer secretario del Partido Comunista. Fue puesto a cargo de las negociaciones secretas que llevaron a un intercambio de prisioneros a fines de 2014 y al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos en 2015. Como jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, un puesto creado como una tapadera para sus reuniones secretas con los asesores de Obama, también controlaba el aparato de seguridad e inteligencia de Cuba.
Nadie cree que Raúl, conocido como un hombre de familia, a diferencia de su hermano Fidel, hubiera permitido represalias contra su hijo. En cambio, se piensa que fue conveniente para el gobierno cubano dejar que se extendieran los rumores de que Castro Espín había sido "disciplinado". A Alejandro, no cabe duda, se le dio un perfil bajo, pero con Raúl todavía vivo, se mantiene en la palestra; su presencia en la manifestación así lo atestigua.
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