En Bellport, Long Island, las autoridades realizaron la mayor incautación de fentanilo en la historia del condado Suffolk, encontrando más de siete kilogramos de esta droga altamente mortal en la casa de Remon Gibson, un hombre de 43 años, el pasado 25 de septiembre. Lo que ha generado mayor alarma es que la droga se encontraba en una mesita de noche, cerca de la habitación de dos menores.
Gibson fue arrestado y se enfrenta a varios cargos, como operar una red de tráfico de drogas, posesión criminal de sustancias controladas y poner en peligro la vida de menores. Durante su audiencia esta semana, se declaró no culpable, y su próxima comparecencia en la corte será el 8 de noviembre.
La operación, en la que participaron la Administración de Control de Drogas (DEA) y otras agencias, también resultó en la confiscación de ocho kilogramos de cocaína etiquetada con el nombre “COVID 19,” más de una libra de xilazina —un sedante veterinario— y 80,000 dólares en efectivo.
Raymond Tierney, fiscal del condado Suffolk, destacó la magnitud del decomiso:
"Había suficiente fentanilo para matar a todos los hombres, mujeres y niños de Long Island", dijo, subrayando el compromiso de su oficina con la erradicación de redes de tráfico que amenazan a la comunidad.
Este decomiso se produjo poco después de otra redada en el mismo condado, donde las autoridades incautaron carfentanil, una droga utilizada como tranquilizante para elefantes que es 100 veces más potente que el fentanilo. Conocida como “Súper Mario” en las calles, esta sustancia ha aumentado los riesgos para los usuarios debido a su letalidad.
Según la DEA, el fentanilo es la droga más peligrosa para la salud pública en los Estados Unidos, ya que se mezcla con otras sustancias como cocaína o heroína, generando sobredosis fatales.
"Cada día hay más incautaciones y cada tres horas alguien sufre una sobredosis en Nueva York," declaró Frank Tarentino, agente especial de la DEA en la ciudad.
El aumento del suministro de opioides ha agravado la crisis de sobredosis en Nueva York. El Departamento de Salud de la ciudad estima que el fentanilo estuvo presente en el 80% de las muertes por sobredosis registradas recientemente. Entre junio de 2022 y junio de 2023, más de 78,000 personas fallecieron en el país por consumo de opioides sintéticos, según datos de los CDC.
Casos recientes en Nueva York y Nueva Jersey reflejan la gravedad del problema. En junio, un hombre y su hijo fueron acusados de distribuir fentanilo que causó tres muertes en una semana. Asimismo, Félix Herrera García fue extraditado desde México y se declaró culpable de cargos relacionados con la muerte de un bebé de un año, expuesto a fentanilo en una guardería en El Bronx.
Ante esta crisis creciente, las autoridades insisten en la importancia de denunciar cualquier actividad sospechosa, especialmente cuando están involucrados menores o ancianos. Las autoridades locales reiteran su compromiso de intensificar las operaciones contra el narcotráfico para mitigar los riesgos que representan estas sustancias en la comunidad.
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