Un trágico caso de negligencia médica sacude al Hospital Miguel Enríquez, conocido como La Benéfica, en La Habana, donde un hombre murió en los pasillos sin recibir atención médica. Según un testimonio difundido en la página de Facebook del periodista Yosmany Mayeta Labrada, el hombre llegó al hospital la noche anterior con una obstrucción urinaria que requería intervención quirúrgica, pero nunca fue atendido de manera adecuada.
De acuerdo con la fuente anónima citada en la publicación, un médico urólogo le colocó una sonda y determinó que el caso debía ser atendido por el área de cirugía. Sin embargo, la cirujana de guardia, que era una estudiante, revisó al paciente y lo dejó sin recibir el tratamiento necesario. “De noche, los médicos y enfermeras se acuestan a dormir y no atienden a nadie. Le dijeron a una enfermera que le pusiera un suero y ni quiso, se acostó a dormir”, relata la fuente.
Lo más alarmante es que el hombre falleció sin siquiera ser registrado en el cuerpo de guardia del hospital, y su identidad permanece desconocida. Ahora, su cuerpo se encuentra en la morgue, y no hay información oficial sobre las circunstancias exactas de su muerte.
Este lamentable suceso evidencia una dolorosa realidad: el sistema de salud cubano, alguna vez promocionado como un modelo de referencia internacional, está lejos de ser la potencia médica de la que tanto se enorgulleció el régimen.
El deterioro de la infraestructura sanitaria, la falta de personal capacitado y los bajos niveles de atención al paciente se han convertido en una constante en los hospitales del país. Durante años, el gobierno cubano se ha jactado de sus logros en salud pública, pero casos como este revelan un panorama muy distinto: negligencia, falta de recursos y desinterés por parte de los profesionales de la salud.
Además, la emigración masiva de médicos cubanos, quienes buscan mejores condiciones laborales en otros países, ha dejado a los hospitales en una crisis de personal. Esto, sumado a la falta de insumos básicos y la mala gestión administrativa, ha generado un colapso evidente en el sistema sanitario.
El caso de este hombre fallecido en La Benéfica debe ser investigado con seriedad por las autoridades de salud pública. Es inaceptable que una vida se pierda por la indiferencia y la falta de atención médica en una institución que debería garantizar el bienestar de los ciudadanos.
Mientras tanto, los cubanos continúan enfrentándose a un sistema de salud que ya no responde a sus necesidades, poniendo en evidencia las carencias de un modelo que durante décadas fue utilizado como bandera propagandística del régimen.