La Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, aprobó este martes la controvertida Ley Laken Riley, que busca endurecer las medidas contra inmigrantes indocumentados acusados de delitos como robo o hurto. El proyecto, que lleva el nombre de una joven estudiante de enfermería asesinada el año pasado por un inmigrante indocumentado, fue aprobado con 264 votos a favor y 159 en contra, incluyendo el respaldo de 48 demócratas.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, calificó la legislación como un paso crucial para garantizar la seguridad pública. "Vamos a arrestar y deportar a los extranjeros ilegales que cometan crímenes violentos y despiadados", declaró Johnson.
El proyecto, que representa el primer gran logro legislativo del nuevo Congreso con mayoría republicana, ahora enfrenta un camino incierto en el Senado. Aunque cuenta con el apoyo de los 52 senadores republicanos y algunos demócratas clave, como John Fetterman de Pensilvania y Gary Peters de Michigan, se necesitan al menos siete demócratas adicionales para alcanzar los 60 votos necesarios y superar un posible obstruccionismo.
Laken Riley, una joven de 22 años, fue asesinada mientras corría cerca de su hogar en Georgia. Su caso generó un amplio debate nacional sobre la relación entre inmigración y criminalidad, particularmente durante la campaña presidencial de 2024. El responsable, un inmigrante indocumentado de Venezuela, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El senador Fetterman expresó su apoyo al proyecto, señalando que "ninguna familia debería sufrir una tragedia evitable como esta". Por su parte, los republicanos han utilizado este caso como símbolo de su promesa de fortalecer la seguridad fronteriza y combatir la delincuencia vinculada a la inmigración.
A pesar del avance en la Cámara Baja, la Ley Laken Riley pone en evidencia las limitaciones de la mayoría republicana en ambas cámaras. Con 53 escaños en el Senado, el Partido Republicano no tiene suficiente margen para aprobar el proyecto sin apoyo bipartidista.
Además, la estrategia a largo plazo también genera tensiones dentro del partido. Algunos republicanos abogan por incluir la medida en un paquete legislativo más amplio mediante el proceso de reconciliación, que evita el requisito de 60 votos. Sin embargo, otros consideran que el proyecto debería mantenerse como una iniciativa separada para garantizar su aprobación.
La aprobación de la Ley Laken Riley llega en un contexto de presión creciente sobre los demócratas para abordar las preocupaciones de los votantes sobre inmigración. Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, algunos demócratas han manifestado la necesidad de adoptar una postura más firme en temas fronterizos.
El proyecto está programado para someterse a una votación inicial en el Senado este viernes, día que habría sido el cumpleaños 23 de Riley. Su resultado será un indicativo clave del futuro de las políticas migratorias bajo la nueva administración republicana.