Como siempre, el muy activo periodista independiente Yosmany Mayeta se "mete" de lleno en la realidad cubana; esta vez le hace una sencilla pregunta a la primera secretaria del partido en Santiago: "Beatriz Johnson Urrutia, chica, ¿este será árabe?; porque la cantidad de arena que tiene, creo que lo hicieron en el desierto".
Y no es para menos, el cuestionamiento de Mayeta y de todo el pueblo santiaguero. Es por eso que se incrementa el número de quejas de la población, en la Dirección Municipal de Comercio, por la mala calidad y falta de peso del pan normado por la canasta básica. Más de cuarenta quejas fueron reportadas en la última semana, según especialistas de atención a la población de la Empresa de Comercio, por la mala calidad y falta del peso indicado, del pan que se envía por la canasta básica.
La mala calidad de la harina con que se elabora este alimento, la falta de aceite y la violación del peso establecido (ahora reducido), traen como resultado un pan pequeño, duro y de sabor desagradable, el que se desgrana con tan solo tocarlo.
"El pan de la cuota no hay quien se lo coma, duro y sabe a rayo. Es mejor tirarlo al perro que comérselo, que muchas veces tampoco lo come. De contra que no traen alimentos a las bodegas, el pedazo de pan que es lo único que puedes comprar y no sirve para nada", aseguró Ivón Serguera, residente en la localidad.
Situación aún más crítica con la mala calidad de este alimento la sufren los habitantes de las zonas rurales, quienes lo reciben fuera de horarios y a veces de un día para otro. "El pan llega la mayoría de las veces pasadas las doce del día, y sabe a rayo, o si no lo envían al día siguiente", aseguró Roldan Fizz, vecino de la misma comunidad oriental.
El problema "del pan de la libreta" es algo común y reiterativo; pasa un mes, pasa un año y lo único que hace es empeorar.
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