El robo de aceite dieléctrico de transformadores eléctricos se ha convertido en un síntoma más de la crisis que enfrenta Cuba, dejando al descubierto la precariedad del sistema energético y la incapacidad del régimen para proteger infraestructuras vitales. El periódico oficialista Sierra Maestra informó que el robo de aceite dieléctrico, que exacerba los apagones y afecta a miles de ciudadanos en condiciones extremas... ¡será enfrentado con mano dura por el régimen!.
En Santiago de Cuba, de agosto a noviembre, los municipios de Contramaestre, Palma Soriano y San Luis han registrado numerosos casos, siendo el más alarmante el ocurrido en la Subestación de "Paquito Rosales", donde delincuentes sustrajeron 300 litros de aceite dieléctrico.
Este acto criminal dejó sin electricidad a miles de personas en los consejos populares de Dos Caminos, Paquito Rosales y Estrella Roja, profundizando el sufrimiento de las comunidades más vulnerables. ¿Hasta dónde será verdad esta aseveración teniendo en cuenta las diarias mentiras del régimen de Díaz Canel? ¡En fin!
La Fiscalía Provincial, a través de Elizabeth Govea Maceo, detalló que estos delitos podrían ser tipificados como sabotaje, con penas de hasta 30 años de prisión.
“Las conductas asumidas por estas personas, atendiendo a la forma y medios que se emplean para la sustracción del aceite de los transformadores, podrían corporificar delitos de Hurto o Robo con Fuerza en las Cosas, dependiendo de la forma en que suceda la sustracción y para el caso de las personas que compran o vendan este aceite se podría integrar un delito de Receptación”.
Si se analiza la situación, estas sanciones no resuelven el problema de fondo teniendo en cuenta que en Cuba el sistema energético está colapsado, mantenido con soluciones parche y sin un plan real para garantizar la estabilidad eléctrica del país. Así las cosas, mientras las autoridades prometen castigos severos, la población sigue sufriendo las consecuencias: en comunidades como Dos Caminos, los residentes tuvieron que improvisar métodos para cocinar, enfrentándose a la pérdida de alimentos por la falta de refrigeración. Se han instalado transformadores de menor capacidad y plantas eléctricas temporales que apenas garantizan un suministro intermitente.
Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Partido en Santiago de Cuba, prometió en Facebook que no habrá impunidad para los responsables de robar el aceite dieléctrico pero su declaración llega en un contexto donde los robos a instalaciones públicas se han vuelto frecuentes, evidenciando fallas en la seguridad y el control estatal; en un contexto donde no hace referencia a la verdadera razón de los extensos apagones.
“Los organos del MININT trabajan para esclarecer estos hechos y presentar a los presuntos responsables ante los tribunales”, apuntó la dirigente comunista. La actual crisis energética que enfrenta Cuba ha llevado al régimen contra las cuerdas, al adoptar medidas extraordinarias: el gobierno cubano estableció esta semana un “régimen especial de contingencia eléctrica” que contempla apagones planificados y sostenidos por más de 72 horas en caso de que el Sistema Electro energético Nacional (SEN) no logre satisfacer la demanda eléctrica del país.
Con la publicación en la Gaceta Oficial del Decreto 110, el gobierno de Miguel Díaz-Canel oficializa una especie de “régimen de excepción” que, al igual que los “estados de alarma, excepción y sitio” habituales en las constituciones de muchos estados del mundo, otorgan poderes excepcionales a las autoridades para poder afrontar situaciones extraordinarias y graves.
En otras palabras para aquellos que no entiendan o no quieran entender: las autoridades puedan hacer y deshacer con el infelz cubano de a pie, y que conste que no nos referimos a los ladrones de aceite; nos referimos a esos valientes que levantan la cabeza y exigen justicia social.
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