Un reciente informe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) revela que durante el año fiscal pasado, el gobierno del presidente Joe Biden deportó a 271.484 inmigrantes. Esta cifra marca el nivel más alto de deportaciones desde 2014, superando significativamente los registros de sus dos primeros años de mandato.
El informe, que abarca desde el 1 de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024, destaca que gran parte de las deportaciones estuvieron enfocadas en inmigrantes que representaban riesgos para la seguridad pública o nacional, así como en personas que cruzaron ilegalmente la frontera sur. ICE informó haber deportado a personas provenientes de casi 200 países, subrayando los desafíos que enfrenta el gobierno de Biden ante un flujo migratorio récord.
“A lo largo del año, se le pidió a la agencia que hiciera más con menos, trabajando con recursos limitados y prioridades en competencia”, señaló Patrick J. Lechleitner, director interino del ICE, en el informe.
De los inmigrantes deportados, el 32% tenía antecedentes penales. Además, ICE detuvo a 113.431 personas, de las cuales más de 80.000 eran delincuentes convictos o tenían cargos pendientes. Sin embargo, el informe también destaca que alrededor de 1,4 millones de personas en Estados Unidos tienen órdenes finales de deportación, pero muchas no pueden ser repatriadas debido a restricciones de sus países de origen o a procesos legales pendientes.
La falta de recursos sigue siendo un obstáculo importante para el cumplimiento de las políticas migratorias. Con solo 6.000 agentes de control de inmigración y 40.000 camas de detención disponibles, el ICE opera bajo limitaciones que dificultan una implementación más amplia de sus objetivos.
Aunque el número de deportaciones bajo Biden ha aumentado, todavía está por debajo del récord establecido durante el mandato de Barack Obama, quien deportó cerca de 400.000 personas en un año. Sin embargo, las estrategias de Biden se han centrado en reforzar las negociaciones con países receptores y ampliar los vuelos de deportación, incluyendo destinos en el hemisferio oriental, como China.
Por otro lado, los asesores del presidente electo Donald Trump han prometido intensificar las deportaciones durante su próxima administración. Tom Homan, designado como "zar de la frontera" por Trump, ya ha advertido que necesitará un aumento significativo en los recursos del ICE, incluyendo más agentes y camas de detención, para cumplir con las metas de su política migratoria.
El informe del ICE no solo expone los esfuerzos de deportación, sino también las complejidades del sistema migratorio en Estados Unidos. Si bien el enfoque de Biden ha sido dirigir las acciones hacia amenazas específicas, la capacidad de arrestar y deportar a inmigrantes sigue siendo un proceso complicado que depende de factores diplomáticos, legales y financieros.
Con un panorama migratorio global en constante cambio, las políticas migratorias seguirán siendo un tema clave tanto para la administración actual como para la futura.
(Con información de "CNN")
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