Un jurado en Florida otorgó una compensación de 310 millones de dólares a los padres de Tyre Sampson, el adolescente de 14 años de Missouri que murió tras caer de una atracción de caída libre en ICON Park, Orlando, en marzo de 2022.
El veredicto, anunciado tras una breve deliberación en el tribunal del condado de Orange, responsabiliza a Funtime Handels GmbH, la empresa austriaca que fabricó la atracción. Según la demanda, la falta de medidas de seguridad adecuadas y el incumplimiento de protocolos básicos contribuyeron a la tragedia.
El abogado de la familia, Ben Crump, destacó que esta decisión es un hito en la lucha por la seguridad en las atracciones y la responsabilidad corporativa. “La muerte de Tyre fue el resultado de negligencia flagrante al no priorizar la seguridad sobre las ganancias”, declaró.
Tyre, quien pesaba 383 libras, superaba en casi 100 libras el límite de peso permitido para el uso de la atracción, la cual no contaba con cinturones de seguridad, según los documentos presentados en el juicio. Durante su visita al parque en vacaciones de primavera con su equipo de fútbol, el adolescente cayó desde una altura de al menos 100 pies.
El fabricante de la atracción no envió representantes al tribunal ni respondió a las solicitudes de comentarios. Anteriormente, la familia de Tyre llegó a acuerdos con ICON Park y Eagle Drop Slingshot, otros responsables de la instalación, aunque los montos de dichos acuerdos no fueron revelados.
Tras el accidente, la atracción fue desmantelada, y en 2023, el gobernador Ron DeSantis promulgó la Ley Tyre Sampson, que establece estándares de seguridad más estrictos para las atracciones en parques de diversiones en Florida.
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