En un evento que fusionó arte conceptual, finanzas modernas y espectáculo mediático, Justin Sun, empresario de criptomonedas y fundador de Tron, sorprendió al mundo al comerse una banana de la polémica obra Comedian del artista italiano Maurizio Cattelan. Sun llevó a cabo este gesto durante una rueda de prensa en un hotel de Hong Kong, cumpliendo su promesa de integrar su inversión millonaria al ámbito cotidiano.
La obra, adquirida por Sun en una subasta de Sotheby’s en Nueva York por 6,2 millones de dólares, consiste en una banana adherida a una pared con cinta adhesiva. Además de la fruta, Sun también obtuvo un certificado de autenticidad que le permite recrear la instalación con cualquier otra banana y cinta similar. Al comerse la fruta frente a periodistas e influencers, Sun declaró que el acto mismo formaba parte de la narrativa de la obra, destacando su conexión con el arte conceptual y su relación con las criptomonedas.
“Esto no es solo una banana; representa cómo el arte y las finanzas están interconectados en un mundo descentralizado”, expresó Sun, quien además comparó la obra con las NFTs (tokens no fungibles). Según él, tanto Comedian como los NFTs comparten un valor basado más en la propiedad intelectual y la percepción que en lo físico.
La obra Comedian, creada por Cattelan y presentada en Art Basel Miami Beach en 2019, ha sido tanto celebrada como criticada. Más allá de su simplicidad aparente, plantea interrogantes sobre el valor del arte y la dinámica del mercado. Esta no es la primera vez que alguien consume la pieza: previamente, un artista de performance y un estudiante surcoreano comieron la banana en diferentes eventos, lo que refuerza su carácter efímero y polémico.
Durante el evento en Hong Kong, Sun aprovechó para anunciar una inversión de 30 millones de dólares en un proyecto financiero respaldado por el expresidente Donald Trump, subrayando su interés en las intersecciones entre innovación tecnológica y arte contemporáneo. Además, repartió bananas y rollos de cinta adhesiva entre los asistentes, buscando simbolizar cómo lo cotidiano puede adquirir valor artístico.
En un gesto adicional, Sun prometió comprar 100.000 bananas al vendedor original de la pieza en Manhattan, Shah Alam, como forma de honrar su contribución a esta obra que ha capturado la imaginación global.
Sin embargo, la controversia no termina ahí. Sun enfrenta actualmente cargos por parte de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos por presunta venta de valores no registrados relacionados con su proyecto Tron. Aunque Sun mantiene su postura de inocencia, el caso sigue en curso.
El consumo de la banana refuerza la capacidad de Comedian para generar debate sobre los límites del arte y su interacción con las finanzas modernas. Como comentó el propio Cattelan en una entrevista: “Si algo tan simple como una banana puede desestabilizar el sistema, tal vez este ya era frágil desde antes.”
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