Trabajadores de la industria del níquel en Moa, provincia de Holguín, denuncian una decisión tomada por Leonardo René Rosell, actual director de la Unión del Níquel y exjefe de la fábrica "Che Guevara". Según la información proporcionada por empleados de la empresa, Rosell prohibió la adquisición de televisores de pantalla plana destinados a mejorar la calidad de vida de los trabajadores, argumentando que este tipo de artículos son un "privilegio" que aleja de la "moral y principios revolucionarios".
El caso surge en el Centro de Proyectos e Ingeniería del Níquel (Ceproniquel) y el Centro de Investigaciones del Níquel (CEDINIQ), donde se habían organizado iniciativas para vender diversos equipos electrodomésticos a los trabajadores, con el objetivo de brindarles un estímulo y mejorar su calidad de vida. En este marco, se había planificado la compra de televisores de pantalla plana, para lo cual los trabajadores ya habían pagado.
Sin embargo, al enterarse de esta decisión, Rosell prohibió la adquisición de los televisores. Alegó que se trataba de una violación de las normas estipuladas en una resolución ministerial, aunque tras una revisión quedó claro que no había incumplimiento alguno. Pese a ello, el director se negó rotundamente a autorizar la entrega, calificando los televisores como "ostentosos" e inadecuados para los empleados.
Según la denuncia de los trabajadores, los televisores, que ya habían sido comprados y pagados, fueron retirados y trasladados a la importadora del níquel para ser utilizados como monitores o destinados a "recreo". Esta decisión dejó a más de 500 familias afectadas, quienes habían visto en esta compra una oportunidad para acceder a un electrodoméstico que de otra manera no podrían adquirir debido a sus bajos salarios.
La indignación crece entre los empleados, quienes señalan las contradicciones en el actuar de Rosell. Afirman que, mientras él disfruta de privilegios como viajes internacionales, múltiples vehículos a su disposición y una casa en el reparto El Caribe, niega a los trabajadores acceso a algo tan básico como un televisor. Actualmente, según reportan los denunciantes, el director se encuentra en un viaje de 15 días por Holanda, lo que agrava aún más el malestar entre los empleados que se sienten desprotegidos e ignorados.
Para muchos trabajadores del níquel en Moa, esta situación refleja una desconexión total entre la alta dirección de la industria y las necesidades reales de los empleados. La denuncia apunta a que decisiones como esta no solo afectan la moral de los trabajadores, sino que también refuerzan la percepción de desigualdad y abuso de poder dentro del sistema.
Los afectados esperan que las autoridades correspondientes investiguen esta situación y tomen medidas que permitan garantizar el bienestar de los trabajadores, evitando que decisiones arbitrarias sigan perjudicando a quienes diariamente sostienen una de las industrias más importantes del país.
(Denuncia proporcionada por trabajadores de la industria del níquel en Moa).
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