Australia se ha convertido en el primer país en prohibir a menores de 16 años el acceso a redes sociales como TikTok, Facebook, e Instagram. La ley, aprobada recientemente por el Parlamento, otorga a las plataformas tecnológicas un año para implementar medidas efectivas de verificación de edad. Las empresas que no cumplan podrían enfrentar multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos (30 millones de euros).
La medida, impulsada por el gobierno del primer ministro Anthony Albanese, busca proteger a los jóvenes del impacto negativo que estas plataformas pueden tener en su salud mental. “Queremos que los jóvenes australianos disfruten una infancia plena, libre de la influencia dañina de las redes sociales”, declaró Albanese. Según datos oficiales, dos tercios de los adolescentes australianos de entre 14 y 17 años han estado expuestos a contenido violento, autolesiones o abuso de sustancias en línea.
Aunque el objetivo de la ley es claro, su implementación plantea retos significativos. Meta, matriz de Facebook e Instagram, calificó la normativa como “apresurada” y señaló los desafíos logísticos y de privacidad que implica verificar la edad de los usuarios. Una posible solución podría ser el uso de datos biométricos o identificación gubernamental, aunque estas opciones han generado preocupación por la privacidad.
El regulador de Internet australiano, el Comisionado de Seguridad Electrónica, sugiere utilizar servicios de verificación de terceros que protejan los datos personales de los usuarios. Además, servicios de mensajería y plataformas como YouTube quedarán fuera de estas restricciones, mientras que las redes sociales podrían diseñar “servicios de bajo riesgo” para menores, aunque los criterios para ello aún no están claros.
La ley no ha estado exenta de críticas. Un grupo de 120 académicos australianos calificó la medida como un “instrumento excesivo” que podría generar conflictos en el hogar, ya que muchos menores llevan años usando estas plataformas. Además, consideran que la norma contraviene las recomendaciones de la ONU, que abogan por garantizar un acceso seguro a los entornos digitales en lugar de restringirlos.
Empresarios como Elon Musk, propietario de X (anteriormente Twitter), también han cuestionado la ley, calificándola como un intento de controlar el acceso a Internet de toda la población.
Aunque Australia es el primero en adoptar una restricción tan estricta, no está solo en su lucha por regular el acceso de los menores a Internet. Países como Francia y Corea del Sur ya han implementado medidas para limitar el uso de redes sociales y videojuegos en los más jóvenes. En China, por ejemplo, los menores tienen restricciones de tiempo para jugar en línea y usar dispositivos móviles, con verificaciones de identidad que incluyen reconocimiento facial.
Con esta normativa, Australia establece un precedente que podría influir en otros países a regular el acceso de los menores a las redes sociales, equilibrando los beneficios del entorno digital con la necesidad de proteger a los más jóvenes.
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