El pequeño pueblo de Ollolai, en la isla italiana de Cerdeña, ha lanzado una nueva campaña para atraer residentes y combatir la despoblación. La iniciativa ofrece casas en ruinas por solo un euro (alrededor de un dólar), buscando revitalizar la comunidad tras décadas de disminución poblacional.
Esta estrategia, liderada por el alcalde Francesco Columbu, está dirigida principalmente a estadounidenses, quienes tendrán un proceso de compra simplificado para acceder a las propiedades. Según Columbu, “los estadounidenses son nuestra carta ganadora para reactivar el pueblo y preservar nuestras tradiciones”.
Tres opciones para nuevos residentes
Ollolai ofrece tres tipos de alojamiento:
Casas gratuitas para ciertos nómadas digitales dispuestos a contribuir a la comunidad con proyectos creativos.
Casas por un euro, que requieren renovaciones.
Propiedades listas para habitar, con precios de hasta 100.000 euros (aproximadamente 105.000 dólares).
Para facilitar el proceso, el ayuntamiento creó un equipo especializado que asiste a los compradores en cada etapa, desde la selección de propiedades hasta la contratación de servicios para renovaciones.
Ollolai ha visto reducir su población de 2.250 habitantes hace un siglo a solo 1.150 en la actualidad. Muchas familias emigraron en busca de mejores oportunidades, dejando un número significativo de viviendas desocupadas.
El alcalde ha lanzado varias iniciativas para combatir esta tendencia, como programas para alquilar espacios de trabajo por un euro y ofrecer alojamiento a trabajadores remotos. Sin embargo, los resultados han sido limitados, con solo 10 propiedades reformadas desde 2018.
El pueblo es ideal para quienes buscan una vida tranquila y en contacto con la naturaleza. Rodeado de montañas y aire puro, Ollolai ofrece una experiencia única, desde sus antiguas casas de granito hasta festivales locales como el carnaval de máscaras o el evento Cortes Apertas, donde se degustan productos típicos como queso, jamón y vino.
Con esta nueva estrategia, Ollolai espera no solo detener la despoblación, sino también preservar su cultura y tradiciones mientras