Con la llegada del esperado “Eras Tour” de Taylor Swift a Miami, han surgido advertencias sobre fraudes relacionados con la transferencia de entradas. Una madre de Naples, Florida, estuvo a punto de perder más de $11,000 tras el robo de los boletos que había comprado para sorprender a su hija en el concierto.
Rose Brakmanis, quien adquirió dos entradas valoradas en $11,244, recibió un correo electrónico informándole que sus boletos habían sido transferidos a una persona desconocida llamada Vick Orange. Las entradas desaparecieron de su cuenta poco después de la compra, causando gran angustia.
La empresa Ticketmaster, responsable de la venta de los boletos, aseguró que el fraude no ocurrió a través de su plataforma, sino que la estafa pudo haberse originado a partir de un robo de credenciales de correo electrónico de la víctima. Kaitlyn Henrich, vicepresidente de la compañía, destacó que Ticketmaster invierte fuertemente en seguridad y verificación para evitar este tipo de incidentes.
Expertos en protección de datos, como Zulficar Ramzan, explican que las contraseñas comprometidas en la web oscura son un canal común para este tipo de fraudes. “Si una contraseña es robada, los estafadores pueden usarla para acceder a múltiples cuentas”, comentó Ramzan.
Afortunadamente, en el caso de Rose, Ticketmaster le reembolsó las entradas robadas, asegurándole los mismos asientos que había seleccionado originalmente. No obstante, esta situación sirve como advertencia para otros fanáticos que deben estar atentos a la seguridad de sus cuentas al comprar boletos para eventos de alto perfil.
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