Una vez más, la prensa oficialista cubana muestra su verdadera cara al priorizar noticias sensacionalistas sobre tiroteos y asesinatos en Estados Unidos, mientras ignora por completo los problemas que afectan a los cubanos en su día a día. El caso más reciente es el trágico tiroteo en una escuela en Wisconsin, que dejó tres muertos. En cuestión de horas, los principales medios estatales cubanos ya habían replicado la noticia en sus plataformas.
Sin embargo, ¿por qué no dedican esa misma urgencia y despliegue informativo a los casos de asesinatos, desapariciones y muertes evitables que ocurren dentro de la isla? En los últimos meses, Cuba ha sido escenario de múltiples crímenes que han conmocionado a la población como feminicidios, robos violentos y la creciente inseguridad en las calles. A esto se suman las muertes por negligencia en los hospitales, donde la falta de recursos y la indolencia cobran vidas diariamente. Pero estos casos apenas reciben una mención superficial en los medios oficiales, si es que llegan a ser reportados.
La hipocresía es evidente. Cuando se trata de Estados Unidos, la prensa cubana actúa como un circo mediático que se alimenta de tragedias ajenas para reforzar su narrativa política. Cada tiroteo, cada crimen masivo en territorio estadounidense, se convierte en una oportunidad para criticar al “imperialismo” y sus problemas sociales. Sin embargo, esta misma prensa permanece en silencio frente a los crímenes que ocurren en Venezuela o México, países donde los asesinatos son casi cotidianos, pero que mantiene estrechos lazos políticos y económicos con el régimen cubano.
Lo que realmente debería interesar a los cubanos son las noticias que afectan sus vidas: la creciente violencia en sus comunidades, el aumento de la criminalidad, la falta de justicia para las víctimas de feminicidios y el colapso de los servicios básicos de salud. Pero estos temas no encajan en la narrativa oficialista, que prefiere desviar la atención hacia el extranjero para evitar rendir cuentas.
Mientras los cubanos buscan respuestas y soluciones a los problemas que enfrentan cada día, los medios estatales los bombardean con noticias irrelevantes para su realidad inmediata. Esta estrategia, lejos de informar, solo evidencia el desprecio de la prensa oficialista por su propio pueblo y su compromiso exclusivo con la propaganda.
Es hora de que la prensa oficial cubana asuma su responsabilidad con la ciudadanía y deje de utilizar las tragedias ajenas como arma política. Los cubanos merecen un periodismo que refleje la verdad de su entorno, no un instrumento al servicio de intereses ideológicos.
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