El tañido de las campanas volvió a escucharse en Santiago de Cuba, un sonido cargado de simbolismo que trasciende lo religioso. Este 24 de diciembre, las campanas del Cobre resonaron con fuerza, llamando a la esperanza y recordando al pueblo que, más allá de la fe, la libertad también puede hacerse escuchar. Cada golpe metálico sobre el aire es un recordatorio de que la historia de un país no está escrita únicamente por sus gobiernos, sino también por la fuerza de quienes anhelan un cambio.
El sonido no solo marca el nacimiento de Jesús, como tradicionalmente se celebra en la víspera de Navidad, sino que se convierte en un mensaje colectivo: un llamado a la claridad y a la acción. Para muchos, escuchar el tañido es sentir un eco de años de sacrificio y resiliencia, un recordatorio de que, pese al miedo y la división, siempre hay espacio para levantar la voz.
Este llamado ha sido interpretado y compartido por voces como la de Lara Crofs, quien desde su plataforma recordó que comprender los mecanismos de opresión permite dejar atrás la autoculpabilidad y descubrir un grito transformador: BASTAAA. Un grito que, en medio del tañido de las campanas, adquiere un valor simbólico profundo, porque conecta la fe con la esperanza de un cambio social.
Los comentarios de los ciudadanos reflejan la fuerza de este mensaje: muchos celebran que las campanas suenen “bien alto”, mientras otros expresan su deseo de vivir en un país sin dictadura. Para la comunidad, el tañido se convierte en un ritual de resistencia pacífica, una señal de unidad y un recordatorio de que la libertad es un derecho por el que vale la pena mantenerse vigilante.
Así, las campanas del Cobre no solo celebran la Navidad, sino que llaman a un despertar colectivo. Cada golpe metálico es un recordatorio de que, incluso después de décadas de silencio y miedo, la voz del pueblo puede resonar más fuerte que cualquier opresión. Es un momento para reflexionar, un llamado a la esperanza y un símbolo de que la libertad, como el tañido mismo, puede hacerse sentir en todo el país.
Del perfil de Lara Crofs