Mientras el mundo se mantiene al borde de la revolución tecnológica y los avances en energía verde, en Cuba, parece que las novedades vienen en frascos con aroma a... ¡ajo! Así es, queridos lectores, la Empresa de Gas Manufacturado de la Unión Cuba Petróleo (Cupet) ha anunciado con gran pompa el uso de un nuevo odorizante para detectar fugas de gas. ¿La peculiaridad? Un olor no habitual, que algunos usuarios han descrito en las redes sociales como un "festival de ajo".

En un comunicado reciente, Cupet informó que este nuevo odorizante comenzará a utilizarse en la red capitalina de Playa-Marianao a partir del 19 de junio. Gradualmente, el olor a ajo se extenderá por toda La Habana. No es broma: según Cupet, este olor penetrante se debe a la falta de disponibilidad del producto anteriormente empleado.

La iniciativa, según dicen, es una medida de seguridad para facilitar la percepción y detección de fugas de gas, algo que en teoría suena sensato. Sin embargo, la implementación ha generado una oleada de comentarios humorísticos y críticos en las redes sociales. "Ahora, cuando huela a ajo en mi casa, no sabré si mi vecino está cocinando o si hay una fuga de gas", bromeó un usuario de Facebook.

Cupet asegura que este nuevo odorizante ha sido ampliamente utilizado en Europa y China, y ha pasado rigurosos estudios de calidad. Además, garantizan que no presenta peligros para la salud. Sin embargo, esto no ha frenado las risas y las críticas. “Ya que nos llevan a la Edad de Piedra con sus tecnologías, al menos que el olor sea a ajo, para sentirnos como en casa”, comentó sarcásticamente un lector en Twitter.

Si bien el humor es una respuesta común, no faltan quienes ven con preocupación esta medida. En un país donde las fugas de gas y los problemas de infraestructura son una constante, cualquier cambio en las medidas de seguridad genera escepticismo. "Primero nos dejan sin luz, luego sin agua, y ahora con olor a ajo por todos lados. ¿Qué será lo próximo?", se pregunta una residente de La Habana Vieja.

Lo que queda claro es que en Cuba, la realidad siempre supera a la ficción. Entre risas y críticas, el pueblo cubano continúa demostrando su resiliencia y su inigualable sentido del humor ante las adversidades cotidianas. ¡Y ahora, también lo harán con un toque de ajo en el aire!

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