Cuando muchos pensaban que ya había explorado todos los terrenos posibles, Angelina Castro decidió ir un paso más allá. La actriz de cine para adultos irrumpió en la música urbana con su primer tema y lo hizo sin medias tintas, respaldada por una de las figuras más polémicas y virales del género: Seidy La Niña.

El debut llegó con “No quiero nada”, una canción que desde su estreno en YouTube comenzó a generar conversación, curiosidad y reacciones encontradas. Fue la propia Seidy quien adelantó la colaboración en Instagram, presentándola como un regalo musical de cierre de año y dando respuesta a quienes venían pidiendo algo así desde hacía tiempo.

El tema no disimula su intención. Desde el estribillo, el mensaje es claro y frontal: cero tolerancia a la envidia, a la mala energía y a las críticas gratuitas.

“Los envidiosos, pa’ allá / La gente mala, pa’ allá / Los que critican, pa’ allá / Sal de arriba de mí que no estoy en na”, repite el coro, con un tono desafiante que encaja perfectamente con el estilo de Seidy.

Musicalmente, la canción se mueve dentro del sonido urbano que caracteriza a La Niña, mientras Angelina se muestra sorprendentemente cómoda frente al micrófono. Lejos de parecer una participación improvisada, su interpretación transmite seguridad y actitud, dejando claro que no llegó a pedir permiso.

Las redes sociales reaccionaron de inmediato. Comentarios llenos de emojis de fuego, aplausos y mensajes de asombro se multiplicaron, junto a una pregunta recurrente: ¿es este un experimento puntual o el inicio de una nueva etapa artística para Angelina Castro?

El videoclip también dio de qué hablar. En varias escenas aparece el Ferrari que Seidy le regaló a Angelina, un detalle que no pasó desapercibido y que alimentó la especulación: ¿estrategia de marketing, simple provocación o parte del juego mediático que ambas dominan a la perfección?

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Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que Angelina Castro irrumpió en la música haciendo ruido, acompañada de una aliada poderosa y con un mensaje claro: no quiere explicaciones, no quiere permiso y, sobre todo, no quiere nada que le reste energía.

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