El barrio Calvo y 28, en la ciudad de Cárdenas, amaneció de luto este lunes 20 de octubre. Carlos Laferte, de 61 años, propietario de la reconocida cafetería “Calvo y 28”, fue asesinado en su establecimiento por un joven de 18 años durante la madrugada, en un hecho que ha conmocionado a toda la comunidad.
De acuerdo con el testimonio del usuario Christian Arbolaez, el fallecido era mucho más que un comerciante local: “Carlos no solo era el dueño de una cafetería. Era la voz alegre del barrio, el saludo seguro, el hombre noble de buenos valores que sabía escuchar y aconsejar”, escribió en una publicación que rápidamente se hizo viral.
Según las primeras versiones, pese a sus conocimientos en defensa personal, Laferte no logró evitar el ataque. El agresor, cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente, lo apuñaló en varias ocasiones, provocándole la muerte de forma inmediata.
El crimen ha causado profunda consternación entre vecinos y allegados, quienes lo recuerdan como un hombre de familia, generoso y respetado. En redes sociales, los mensajes de despedida se multiplicaron: “Hoy no solo murió un hombre. Murió un símbolo de comunidad, de bondad y de respeto”, escribieron sus amigos.
Un vecino, visiblemente afectado, compartió una anécdota que refleja el cariño que despertaba Laferte en su entorno: “Qué tristeza llegar a ese barrio y no escuchar sus palabras, como siempre me decía: ahí viene el Yuma”, comentó entre lágrimas.
Hasta el momento, las causas del homicidio siguen sin esclarecerse. Las autoridades locales han iniciado una investigación, pero no han ofrecido declaraciones oficiales sobre el caso.
El asesinato de Carlos Laferte se suma a la ola de violencia que atraviesa Cuba en los últimos meses. Diversos reportes —incluidos los del propio Ministerio del Interior— confirman un alarmante incremento de los delitos graves, como asesinatos, robos y feminicidios.
Durante el primer semestre del año se registraron 1.319 delitos, una cifra que representa un aumento del 378 % respecto a dos años atrás.
Entre las causas más señaladas figuran la profunda crisis económica, la escasez de recursos básicos y el crecimiento de los delitos contra la propiedad y el ganado, factores que afectan a toda la población, incluidos niños, mujeres y ancianos.
El gobierno cubano y el Partido Comunista han insistido en su intención de combatir estos hechos mediante el IV Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Delito y la Corrupción. No obstante, los resultados siguen siendo insuficientes.
El mandatario Miguel Díaz-Canel ha reiterado la necesidad de “actuar enérgicamente contra hechos vandálicos, robos y agresiones”, pero la realidad cotidiana demuestra que la inseguridad continúa en aumento, dejando a comunidades enteras —como la de Calvo y 28— sumidas en el miedo y la impotencia.
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