El luchador cubano nacionalizado chileno Yasmani Acosta protagonizó un momento histórico y profundamente emotivo al recibir el Premio Nacional del Deporte 2024 en Chile. Más allá del reconocimiento oficial y la entrega de la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de París 2024, Acosta decidió donar su preciado galardón al Estado chileno, gesto que conmovió a la nación y que será recordado como un símbolo de gratitud, esfuerzo y superación.
En una ceremonia celebrada en el Palacio de La Moneda, el presidente Gabriel Boric entregó el galardón a Acosta, quien no pudo contener las lágrimas al depositar su medalla olímpica en manos del Estado.
“Hoy recibí el Premio Nacional del Deporte, estoy muy feliz y agradecido por este premio, pero lo más importante para mí fue dejar mi medalla en La Moneda, la casa de todos los chilenos. Me emocioné, lloré y volví a recordar cada sacrificio, cada caída y cada sueño que alguna vez parecía imposible”, expresó Acosta visiblemente emocionado.
El luchador agradeció a todos los entrenadores y formadores que lo acompañaron desde su infancia en Matanzas hasta su consolidación como atleta internacional, así como a su familia y amigos que siempre lo apoyaron.
“Esta medalla ya no es solo mía. Quiero que quede como símbolo de inspiración, como un mensaje de que sí se puede, para esta y para las futuras generaciones”, continuó. “Gracias, Chile. Ya no es solo mía. Es de Chile”, enfatizó, subrayando el vínculo profundo que ha construido con su país de adopción.
El gesto de Acosta resalta no solo su humildad, sino también la importancia de reconocer y apoyar a los deportistas que dedican su vida a alcanzar la excelencia. Desde su decisión de escapar de la delegación cubana en Chile en 2015, Acosta ha encontrado en este país un hogar, una bandera que defender con orgullo y una comunidad que celebra su talento y esfuerzo. Su historia de sacrificio, disciplina y amor por el deporte sirve de inspiración para jóvenes atletas y ciudadanos que sueñan con superar obstáculos aparentemente imposibles.
El Presidente Boric señaló que “para nosotros es un orgullo que seas chileno”, destacando cómo la trayectoria de Acosta representa el valor del reconocimiento y la recompensa justa en el deporte de alto rendimiento.
Con su medalla ahora en La Moneda, Yasmani Acosta deja un legado imborrable: un recordatorio de que la grandeza no solo se mide en títulos, sino también en gestos que tocan el corazón de toda una nación.
Los comentarios reflejan admiración y apoyo hacia Yasmani Acosta por su esfuerzo y trayectoria, reconocen la dificultad de enfrentar a Mijaín López, y destacan la realidad de muchos atletas cubanos que emigran en busca de mejores oportunidades.
Fuente: Ministerio del Deporte de Chile