La historia del joven cubano Eduardo Sotomayor, oriundo de Palmarito de Cauto, en Santiago de Cuba, llegó finalmente a su capítulo más doloroso, pero también más humano. Tras semanas de incertidumbre, tristeza y esfuerzos incesantes, su familia confirmó que el cuerpo del muchacho fue sepultado el pasado 4 de diciembre en su tierra natal, donde por fin descansa cerca de quienes lo amaron. La información fue comunicada a través de NiO Reportando un Crimen, página que acompañó desde el inicio el difícil camino de esta familia cubana.
Eduardo falleció el 9 de octubre en Austin, Texas, dejando a sus seres queridos frente a una situación devastadora: no contaban con los recursos económicos necesarios para repatriar su cuerpo. Su hermana, desesperada por cumplir el último deseo de su familia, acudió a la plataforma NiO para pedir apoyo en la difusión del caso. Su objetivo era claro y conmovedor: lograr que Eduardo pudiera regresar a Cuba para recibir un entierro digno, rodeado de los suyos.
Lo que ocurrió después fue una cadena de solidaridad que demostró, una vez más, la fuerza de la comunidad. Gracias a personas generosas, amigos, desconocidos, colaboradores y seguidores de la página, se logró recaudar el dinero que hacía falta para traer el cuerpo de Eduardo de vuelta a su tierra. Para su familia, cada aporte fue un rayo de esperanza en medio del dolor más profundo.
La hermana del joven expresó nuevamente a NiO Reportando un Crimen su inmenso agradecimiento por el apoyo recibido, no solo en términos económicos, sino también emocionales. El acompañamiento, los mensajes, la difusión y la empatía hicieron posible lo que parecía inalcanzable.
Desde NiO Reportando un Crimen se enviaron condolencias, respeto y acompañamiento a la familia Sotomayor, subrayando la importancia de la unión comunitaria en momentos tan difíciles. Hoy, Eduardo descansa en paz en la tierra que lo vio nacer, mientras su familia, aunque marcada por la pérdida, encuentra consuelo al saber que logró cumplir su última misión de amor.