Es cierto que los llamados "primeros 100 días" de un mandato presidencial suelen ser tormentosos pues los mandatarios electos demuestran a sus electores que sus promesas son válidas, en el caso de Donald Trump esto se multiplica. El republicado sigue cumpliendo sus promesas, lo cual es bueno para quienes votaron por él, pero para otros, que llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor, se está volviendo una verdadera pesadilla de incertidumbre y terror.

Ahora le llegó el turno a quienes llegaron por el parole humanitario y por CBP One, quienes están en alerta. 

Trump había hablado de deportar a los inmigrantes ilegales e indocumentados, pero en ninguno de sus discursos había mencionado la posible deportación de estas personas, porque habían llegado legalmente; esto..¡hasta hace unas horas!

Ahora resulta que la administración de Donald Trump concedió poderes especiales a los funcionarios del Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE) para deportar de manera expedita a inmigrantes que ingresaron a Estados Unidos bajo los programas de parole humanitario y CBP One.

El texto “autoriza a los componentes del DHS a pausar, modificar o terminar, de manera inmediata, cualquier programa de parole que sea inconsistente con dicho memorando, sujeto a ciertas condiciones establecidas para garantizar que tales acciones sean legales”.

La parte final del memorando instruye que “para cualquier extranjero del que DHS tenga conocimiento y sea elegible para deportación acelerada, pero no se le haya aplicado, se tomen las medidas necesarias para revisar el caso del extranjero y consideren, al ejercer su criterio de discreción, si deben aplicar la deportación acelerada”.

“Esto puede incluir pasos para terminar cualquier proceso de deportación en curso y/o cualquier estatus vigente de parole”.

Lo mismo sucede para los extranjeros en conocimiento del DHS que no cumplan los requisitos y que hayan recibido parole bajo una política que puede ser pausada, modificada o terminada inmediatamente por el memorando del 20 de enero.

¿Peligro de deportación a la vista?: Después de darse a conocer las bases del memorando, varios abogados de inmigración han explicado que no es un tema para tomarse a la ligera, pero que a la vez no tendrá la nefasta repercusión que muchos alarmistas temen.

De hecho, varias firmas de abogados coinciden en que los cubanos serían el grupo con menos riesgo de deportación, aunque los nicaragüenses, los venezolanos y haitianos que no calificaron para un TPS sí podrían ver enfrentar un proceso de deportación “acelerado”.

Cualquier cubano que haya entrado a Estados Unidos a través del parole humanitario o de CBP One y no haya cometido fraude en su aplicación para ingresar a la nación, es elegible para la Ley de Ajuste Cubano después de un año.

El abogado Rafael Peñalver, consultado por varios medios internacionales, recomendó que “cualquier persona que esté aquí aplique a un asilo político antes de que pase un año”.

El también abogado Wilfredo Allen apuntó que no está preocupado por los cubanos que entraron con el parole humanitario, “porque ellos tienen la protección de la Ley de Ajuste, a la que pueden aplicar al año y un día”.

De hecho, “el ajuste cubano requiere una entrada y una inspección, no requiere que el parole dure el resto del tiempo. Cualquier cubano que entró con un parole, aunque sea revocado, no está impedido de obtener su residencia por el ajuste cubano”, dijo para alivio de los nacidos en la isla caribeña.

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