Este martes, el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos devolvió a Cuba a 22 migrantes que habían sido interceptados en el mar mientras intentaban llegar de manera irregular a las costas de Florida. Los migrantes, 19 hombres y 3 mujeres, procedían de las provincias de Ciego de Ávila y Villa Clara y fueron repatriados a través del puerto de Orozco, en Bahía Honda, Artemisa.

Las autoridades estadounidenses indicaron que los migrantes realizaron dos salidas ilegales utilizando embarcaciones precarias, lo que representó un alto riesgo para sus vidas. Estas embarcaciones, a menudo improvisadas con materiales como madera y lonas, carecen de los equipos de seguridad necesarios para enfrentar las fuertes corrientes y condiciones adversas del estrecho de Florida.

En los últimos meses, se ha registrado un aumento en los intentos de cubanos por cruzar el mar hacia Estados Unidos, a pesar de los peligros que conlleva. El uso de embarcaciones rudimentarias y sin salvavidas ni equipos de navegación adecuados ha llevado a tragedias, con muchas personas desaparecidas o fallecidas en el trayecto. Según informes recientes, más de 290 migrantes han perdido la vida en estas travesías durante 2024, una cifra alarmante que destaca la creciente desesperación de quienes buscan salir de la isla.

Con esta última operación de repatriación, suman 71 las devoluciones de migrantes desde varios países de la región a Cuba en lo que va del año, con un total de 1,101 personas retornadas, según informaron las autoridades cubanas. Estas acciones responden a los acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Cuba para frenar la migración irregular y garantizar el retorno seguro de los migrantes interceptados.

A pesar de los peligros, muchos cubanos continúan arriesgándose en el mar, impulsados por la falta de oportunidades y la crisis económica que atraviesa el país. Las autoridades estadounidenses han reiterado su compromiso de disuadir la migración irregular y han intensificado los patrullajes aéreos y marítimos en el estrecho de Florida para evitar más tragedias.

El Servicio de Guardacostas, junto con otras agencias de seguridad fronteriza, insta a los migrantes a no embarcarse en estas peligrosas travesías y a buscar vías legales para migrar, subrayando que las embarcaciones utilizadas para estas salidas ilegales no solo ponen en riesgo la vida de quienes las tripulan, sino que también sobrecargan los esfuerzos de rescate y control en la región.

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