“Era un olor que yo jamás había sentido”, recuerda vecina del Hotel Saratoga tras la explosión

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 13 de mayo de 2022

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Una residente del edificio Prado 617, cercano al Hotel Saratoga, recordó los sucesos del pasado viernes, cuando la instalación turística fue devastada por una fuerte explosión que, de acuerdo con los reportes oficiales preliminares, estuvo relacionada con un escape de gas. 

Vivian Mela vive en uno de los tres pisos de Prado 617. El edificio tembló, los cristales se rompieron y el adorno de su refrigerador cayó al suelo, evocó mientras era entrevistada por el portal oficialista Cubadebate.

Cuenta que rápidamente una vecina suya salió corriendo a buscar a su hijo a la escuela, al igual que otro que salió descalzo con el mismo fin. El humo negro salía del hotel y algunos lloraban. Dentro de Prado 617 no se podía ver nada, ya que la nube de polvo llegaba hasta allí.

“Nos mandaron a salir porque podía haber un escape. Yo pensé que había explotado una bala de gas. También pensamos que podía haber sido un derrumbe”, dice Mela. “Cuando bajamos había gente que decía que habían explotado las calderas, pero en realidad no sabíamos qué había pasado. Era un olor que yo jamás había olido. No te lo puedo describir”, agregó.

Más de 24 horas después del incidente que causó 45 muertes y casi un centenar de heridos, todavía limpiaba el polvo que seguía entrando por las ventanas y no podía dormir. El hijo de Mela sintió la explosión del otro lado del túnel de la Bahía, mientras trabajaba en La Cabaña.

Al describir el sonido, dijo que parecía “como si fuera una goma de camión que se reventó”. El medio recoge además testimonios del cercano Teatro Martí, que también sufrió daños a causa del siniestro. El sonidista Luis Alain Rodríguez Paradiz se encontraba en el interior de dicha construcción en el momento de los hechos.

“Estaba dentro de la cabina de audio y de pronto siento algo raro que me comprimía. Me faltó el aire por unos segundos. Cuando sentí la explosión salí y empecé a ver cómo se derrumbaban las paredes, marcos y falsos techos”, dijo.

“Entonces, me escondí dentro de la cabina, al lado de una pared, lejos del cristal de la ventana. Cuando sentí una calma, salí y corrí hacia el lobby, que estaba desbaratado. ¿Cómo bajé y salí del lugar? No lo sé. Pasé por dentro de todos los escombros”, aseguró. 

Un profesor de la cercana escuela primaria Concepción Arenal, que tiene más de 300 niños, también evocó los amargos minutos después del violento estallido. “No te puedo explicar, tenía unos sentimientos encontrados. No veía nada. Me desesperé porque no veía nada. Pensé en todos y no veía a ninguno. No se veía nada de nada. Mucho polvo. Sentía solo sus voces y la gritería, y cómo me llamaban”, dijo.

“Las ventanas se fueron con la junta y todo. Las sillas todas para arriba. Los bombillos colapsaron. No se veía nada. Polvo, mucho polvo. Y desesperante. Tantos niños bajo tu responsabilidad. Y tratar de que a ninguno le pase nada. No era nada fácil”, comentó.

“Estábamos en la tienda La Isla de Cuba y sentimos una explosión. Lo menos que nos íbamos a imaginar es que era aquí al lado de la escuela de los muchachos. De pronto se escuchó un silencio y se oyó una explosión más grande. Ahí ya la gente salió corriendo para abajo a protegerse porque dijeron que estaban tirando bombas. Y nos mandamos a correr. Pero cuando logramos subir para Monte y ver lo sucedido vimos que estaba el Saratoga completamente destruido y los cristales de la escuela y sin puertas y nos mandamos a correr para ver a los muchachos”, dijo otro testigo.

“Tu veías a algunos con sangre en la camisa, en la cara. Alterados, gritando. Fue un momento desesperante”, enfatizó. La víspera, fue rescatado el último cuerpo entre los escombros del hotel: el de una joven camarera. El edificio tenía adentro unos 51 trabajadores y dos restauradores, que alistaban la instalación para reabrirla el pasado martes. Casi una veintena de edificios fueron afectados por la explosión, presuntamente ocasionada por un escape de gas licuado mientras un camión abastecía con el combustible el inmueble turístico. 


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