El sábado, Hamás liberó a cuatro mujeres soldados israelíes en un acuerdo de intercambio por 200 prisioneros palestinos, bajo la tregua en Gaza. Este es el segundo canje realizado desde el alto el fuego, aunque las tensiones aumentaron debido a la retención de otro rehén israelí.

Las cuatro soldados israelíes liberadas fueron recibidas con vítores al cruzar a territorio controlado por Israel. Las familias de las prisioneras celebraron emocionadas su liberación, que fue transmitida en vivo en Tel Aviv, donde cientos de personas se congregaron en la llamada Plaza de los Rehenes. Tras el reencuentro con sus familias, las liberadas fueron trasladadas a un hospital en Israel para una evaluación médica.

Por otro lado, los 200 prisioneros palestinos fueron liberados desde la prisión militar de Ofer en Cisjordania. Entre ellos se encontraban militantes que cumplían cadena perpetua por ataques mortales, según fuentes palestinas. Algunos de los liberados serán deportados a Egipto y otros países como Qatar o Turquía, mientras que el resto fue recibido en Cisjordania y Gaza con celebraciones y banderas.

Sin embargo, el retraso en la liberación de una rehén civil israelí generó fricciones. Israel anunció que pospondrá el regreso de palestinos desplazados al norte de Gaza, lo que provocó protestas en la zona bloqueada. Según autoridades palestinas, miles de desplazados esperaban regresar a sus hogares en esta región devastada por la guerra.

La tregua actual estipula que Hamás debe liberar a 33 rehenes en una primera fase, mientras que Israel se compromete a liberar prisioneros en proporción al número y perfil de los cautivos liberados.

Este intercambio simboliza un momento de alivio en medio de un conflicto marcado por dolor y pérdida, pero también subraya la complejidad de las negociaciones y las tensiones latentes entre ambas partes. La situación en Gaza sigue siendo crítica, y el futuro de los desplazados y de las relaciones entre Israel y Palestina permanece incierto.

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