Contraste entre un pueblo hambriento y sus dirigentes. Con solo echar una ojeada se percibe la diferencia
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 26 de enero de 2025
El Observatorio Cubano de Conflictos nos hace reflexionar sobre un hecho palpable, que vemos a diario pero... ¡que quizás no nos damos cuenta! y es la ostensible diferencia entre los somatotipos de personas del pueblo y los dirigentes. Indiscutiblemente en la Isla domina un régimen fallido y colapsado lo que se revierte en un estado frágil e instituciones anímicas.
Sólo funcionan las instituciones con funciones represivas: el Ministerio del Interior (MININT) y el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR). El país es administrado por un gobierno controlado por una oligarquía mediante el super holding Grupo de Administración Empresarial S.A (GAESA). Esto ha aumentado la pobreza y disparado la emigración masiva a Estados Unidos y a cualquier parte del planeta que sea permitido viajar, creando el escenario de mayor vulnerabilidad del régimen cubano desde hace más de 63 años.
Muchos analistas, expertos y académicos especializados en la economía y la sociedad cubanas no logran desentrañar la génesis de la crisis multisistémica que afecta al régimen y su gobernanza y tampoco su futuro. Durante más de seis décadas, Cuba ha sido gobernada con mano de hierro. Varias generaciones de cubanos han convivido con la represión, sin libertades y violación de los derechos humanos. Simultáneamente, las élites tienen acceso a privilegios, productos y servicios negados al resto.
Dada la metamorfosis que sufrió la gobernanza del país en los últimos 15 años, el Estado ha sido incapaz de liberalizar ni la política ni el mercado, llevando al país a una crisis terminal. Por eso es necesario entender la realidad actual de Cuba y ver hacia dónde camina el país.
Cuba está sufriendo la crisis más severa desde comienzos de la década de 1990. Ésta no es solo económica, es multisistémica. Ha colapsado el sistema financiero, la matriz de generación de energía, el sistema de salud, el sistema de transporte, el abastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad, etc. Esto ha generado una explosión inflacionaria sin precedentes, se ha exacerbado la escasez de alimentos y medicamentos y ha aumentado la protesta ciudadana.
La realidad muestra la quiebra de su supremacía ideológica y el hartazgo de la población y ha conducido a una difícil encrucijada al régimen de Miguel Díaz-Canel. El elevado número de protestas en los últimos dos años muestra el rechazo de la población a las medidas del gobierno. La crisis inflacionaria ha empobrecido aún más a los cubanos. Las tiendas MLC, la Tarea de Ordenamiento Monetario y el Nuevo Mercado Cambiario han disminuido el valor salarial.
La política de “continuidad” de Miguel Díaz-Canel ha resultado peor que en las etapas precedentes, bajo el gobierno de los hermanos Castro. Cuba tiene todos los rasgos de un Estado fallido, salvo que mantiene el control del territorio nacional. Pero, se ha desentendido de sus obligaciones estatales principales, como garantizar los servicios públicos esenciales, como alimentación, salud, transporte, suministro de energía eléctrica, etc. De este modo, más del 80% de la población vive en condiciones de pobreza. Al mismo tiempo, se ha producido una masiva migración
En la práctica estos hechos muestran que el régimen se está quebrando internamente y que el futuro es incierto. La incapacidad de quienes controlan el sistema ha conducido a esta crisis y no hay señales de rectificación. Sin embargo, las condiciones están dadas para un cambio abrupto, sea por un estallido social a gran escala, por una quiebra de las estructuras de poder incluidas las militares o por una combinación de ambas cosas simultáneamente.
¡Mientras el pueblo muere de hambre, los integrantes de la cúpula dictatorial y sus familias viven la dulce vida!