A punto del nocaut estuvo el mexicano Omar Salcido ante una feroz ofensiva final de Andy Cruz, quien se alzó con un importante quinto triunfo en su aún corta carrera profesional como boxeador en Estados Unidos. Sigue siendo el matancero un tremendo peleador, con una técnica impecable que evita que el rival le robe la iniciativa o lo haga cambiar de táctica. 

Aunque el choque Andy Cruz y Omar Salcido no encabezaba la velada de la que formaron parte en la mítica Las Vegas, su combate igualmente prometía, como siempre lo hace un duelo Cuba vs. México en el mundo del boxeo. 

Tras los combates de Rubalcava vs. Israel Mercado (polémico empate en las tarjetas) y Ernesto Mercado vs. Pedraza (triunfo del primero por KOT 4), y antes de Pacheco vs. Nelson, Cruz y Salcido se vieron las caras en el cuadrilátero por una pelea válida por el título FIB internacional de peso ligero.

Desde el primer campanazo, Cruz mostró su habilidad y velocidad, dominando a su rival con jabs precisos y contragolpes oportunos. Salcido intentó cambiar el ritmo a partir del tercer round, enfocándose en el cuerpo del cubano para restarle resistencia, pero se encontró con un oponente sólido, difícil de vulnerar y que manejaba el combate con inteligencia.

El cuarto asalto trajo un leve cambio en la dinámica. Salcido conectó un efectivo uppercut de zurda que marcó uno de sus mejores momentos en la pelea. Sin embargo, Cruz respondió con combinaciones rápidas que mantuvieron su control en las tarjetas. Aunque Salcido mantuvo su plan, este no fue suficiente para superar la defensa y precisión del cubano. Para el séptimo round, las estadísticas eran contundentes: Salcido apenas conectó el 18% de sus golpes de poder, frente al 36% de Cruz.

El mexicano, frustrado pero siempre combativo, intentó encontrar la manera de desequilibrar la pelea, aunque estuvo cerca de sufrir un nocaut en el décimo asalto. Cruz, con un cierre espectacular, dejó en claro su dominio absoluto.

El fallo oficial confirmó la victoria del cubano por decisión unánime (99-91, 98-92 x2), consolidándose como una de las figuras emergentes del boxeo internacional y reforzando su camino hacia combates de mayor relevancia en el futuro cercano.

El cubano, campeón en los Juegos Olímpicos de Tokio y doble en Panamericanos, avanza con paso firme en su carrera profesional. En los últimos 12 meses ha disputado tres combates (récord de 4-0, con 2 KO) y se ha consolidado como campeón internacional de peso ligero de la FIB, título que conquistó en su debut al derrotar a Juan Carlos Burgos.

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