En la última conferencia de prensa antes de su combate de unificación en Arabia Saudita, Saúl "Canelo" Álvarez dejó claro que no pasará por alto los comentarios provocadores del cubano William Scull. El boxeador mexicano reaccionó con dureza luego de que su rival afirmara que “se lo comería en el ring”.
“Dice que me va a comer, pero lo único que se va a comer es este puño”, declaró Canelo, levantando su mano en señal de advertencia. “Todos hablan antes de la pelea, pero una vez que suena la campana, la realidad es muy distinta. Lo que le espera a Scull será una experiencia totalmente nueva”.
Más allá de la tradicional guerra verbal que suele preceder a estos encuentros, las palabras del cubano molestaron incluso al entorno familiar de Canelo. Su hija, María Fernanda, de apenas siete años, expresó su disgusto tras escuchar la frase de Scull, y acompañó a su padre al escenario para mostrar su apoyo. Posaron juntos, rodeados por los cinturones de campeón, en un gesto que reflejó la unidad y el compromiso del boxeador con su familia y su legado.
El combate, que se celebrará este sábado en Riad, marca una nueva etapa en la carrera del tapatío, quien pondrá en juego sus cinturones del CMB, AMB y OMB. Por su parte, Scull expondrá el título de la FIB, el único que le falta a Álvarez para recuperar el estatus de campeón indiscutido de las 168 libras.
“Quiero volver a ser campeón absoluto. Es lo único que me interesa en este momento”, aseguró Canelo (62-2-2), quien no oculta que su gran objetivo es llegar a una eventual pelea en septiembre contra el invicto Terence Crawford (41-0). Aunque ese combate aún no está confirmado, Álvarez sabe que una victoria en Arabia lo acercaría a esa súper pelea.
William Scull (23-0), por su parte, llega invicto y con la confianza de quien ha recorrido un camino difícil hasta alcanzar esta oportunidad. En la conferencia celebrada en el complejo Boulevard City, el cubano recordó su historia personal, marcada por la emigración y la perseverancia.
“Salí de Cuba hace 23 años. Crucé fronteras, enfrenté culturas distintas, y hoy estoy aquí como campeón mundial”, dijo. “Agradezco esta pelea, pero no estoy aquí para hablar. Vine a demostrar que sí se puede”.
La tensión entre ambos púgiles ha ido en aumento a medida que se acerca el día del combate. Canelo, acostumbrado a enfrentar a rivales verbales, parece especialmente motivado por la actitud desafiante de Scull. La posibilidad de que un desconocido le arrebate el protagonismo no entra en sus planes.
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