El Hospital Clínico Quirúrgico Diez de Octubre, conocido popularmente como La Dependiente, fue escenario de un asalto que dejó severos daños materiales y obligó al cierre temporal del laboratorio de Microbiología durante casi un mes.
De acuerdo con fuentes del sistema de salud y del Ministerio del Interior (MININT), varios individuos irrumpieron en las instalaciones y robaron equipos esenciales, incluidos refrigeradores utilizados para conservar muestras biológicas, reactivos, una computadora y un aire acondicionado. La pérdida de estos recursos provocó la interrupción de análisis vitales para el diagnóstico de pacientes.
Gracias a una denuncia ciudadana, la Policía Nacional Revolucionaria logró identificar y detener a cuatro sospechosos. En el operativo se recuperó parte del botín y, en un acto público celebrado en el municipio del Cerro, los equipos fueron devueltos a la dirección del hospital.
La doctora Yanet Cristóbal Morales, directora del centro médico, calificó el robo como “un atentado contra la salud del pueblo”, destacando que la suspensión del servicio “afectó la atención médica de numerosos pacientes que dependen de los estudios microbiológicos”.
Por su parte, la subteniente Rebeca Rodríguez Almarales, investigadora de la PNR, informó que la pesquisa continúa para recuperar el resto de los objetos robados y esclarecer hechos similares reportados en el Hospital Salvador Allende (La Covadonga).
Durante la entrega de los bienes recuperados, funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) y del Poder Popular aprovecharon el acto para condenar los robos en instituciones sanitarias, aunque evitaron mencionar las causas estructurales que propician el auge delictivo en el sector.
El asalto se produce en un contexto de profunda crisis hospitalaria, marcada por la escasez de insumos, medicamentos y equipos de refrigeración. Según datos oficiales, solo el 30% del cuadro básico de medicamentos está disponible en el país, mientras muchos hospitales operan con infraestructura deteriorada y sin condiciones para el almacenamiento adecuado de fármacos o muestras.
Este no es un caso aislado. En Manzanillo, una enfermera fue arrestada tras ser sorprendida sustrayendo medicamentos del Hospital Celia Sánchez Manduley, reflejando una tendencia creciente de robos internos y externos que golpean al sistema de salud pública.
El robo a La Dependiente expone el deterioro generalizado del sector sanitario cubano, donde la falta de recursos y la corrupción crean un caldo de cultivo para la delincuencia, mientras los pacientes siguen pagando las consecuencias de un sistema en ruinas.
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