El famoso dúo español Andy y Lucas anunció oficialmente el fin de su carrera musical tras 22 años de éxitos, dejando atrás una de las trayectorias más queridas del pop latino. Los intérpretes de temas inolvidables como “Tanto la quería”, “Son de amores” y “En tu ventana” se despidieron con un emotivo concierto el 10 de octubre en el Palacio de Vistalegre de Madrid, donde pusieron punto final a su gira “Nuestros últimos acordes”.
Durante el concierto, Lucas González pronunció un discurso cargado de nostalgia y agradecimientos: “Mi compañero, mi hermano de vida, gracias por cada canción, por cada risa y también por cada momento difícil… Hoy cerramos un ciclo, o nunca se sabe, pero lo hacemos con el corazón lleno”. Las lágrimas y los aplausos del público sellaron el final de una era musical.
Sin embargo, lo que parecía una despedida armoniosa pronto se convirtió en una tormenta mediática. Apenas horas después del concierto, ambos artistas comenzaron a compartir en sus redes mensajes que dejaron entrever una ruptura llena de tensiones y resentimientos.
El primero en pronunciarse fue Andy Morales, quien sorprendió a todos al anunciar el inicio de su carrera en solitario. “El silencio cumplió su tiempo. Libertad, paz y salud”, escribió en una publicación acompañada de un comunicado oficial de su agencia: “Andy, integrante del icónico dúo Andy y Lucas, abandona la formación para emprender su carrera en solitario. Tras más de dos décadas de éxitos, Andy inicia una nueva etapa profesional dejando atrás el grupo que le dio fama”.
Su primer sencillo como solista saldrá antes de Navidad, marcando el comienzo de lo que promete ser uno de los proyectos musicales más esperados de 2026.
No obstante, detrás de esta separación hay mucho más que un simple “final de ciclo”. De acuerdo con versiones difundidas por el periodista Javier Hoyos, la relación entre ambos se había deteriorado desde hace tiempo por problemas económicos, diferencias creativas y falta de lealtad.
El propio Lucas había alimentado las tensiones semanas antes al participar en el programa “Me quedo conmigo”, donde habló sin filtros sobre su compañero: “No quiero tirarle por los suelos, pero no tiene disciplina”. Además, reveló que él mismo gestionaba el grupo y pagaba a Andy como si fuera un empleado: “Yo ponía el dinero, pagaba a los músicos, al equipo y al propio Andy”.
Esa confesión desató polémica, sobre todo porque Lucas reconoció que era él quien obtenía los beneficios por los derechos de autor de las canciones, lo que —según Hoyos— generó un desequilibrio económico y personal entre ambos. “Cuando Lucas compró la marca ‘Andy y Lucas’, Andy pasó a ser un trabajador suyo. La relación se volvió insostenible”, explicó el periodista.
Aunque Lucas planeaba reagrupar el dúo tras un par de años de descanso, Andy decidió adelantarse y cerrar la historia definitivamente. Para rematar el conflicto, ambos dejaron de seguirse en redes sociales y bloquearon las cuentas conjuntas del grupo.
El mensaje final de Lucas fue tan contundente como triste: “La lealtad es más importante que la amistad. A una persona solo se la conoce de verdad cuando ya no te necesita”.
Así concluye una historia que marcó a toda una generación con su mezcla de pop, rumba y sentimiento gaditano. Lo que comenzó como una amistad de instituto se despide entre reproches, éxito y desencuentros. Andy y Lucas dicen adiós, cada uno con su camino, pero con un legado que seguirá sonando en la memoria de quienes crecieron con sus canciones.
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