Un nudo apretado en la garganta de la dictadura la designación de Marco Rubio como secretario de Estado de EEUU
Redacción de CubitaNOW ~ martes 10 de diciembre de 2024
La designación del senador Marco Rubio como secretario de Estado bajo la nueva administración de Donald Trump, pendiente de ser confirmada por el Senado, ha generado especulaciones sobre un endurecimiento significativo de la política de Estados Unidos hacia Cuba. El corresponsal de CNN en Cuba, Patrick Oppmann, ha analizado las posibles implicaciones de este escenario, entrevistando a expertos y figuras claves para entender los posibles impactos en la Isla.
Rubio, hijo de exiliados cubanos, ha sido un crítico feroz del régimen y ha trabajado durante años para reforzar el embargo comercial contra la Isla. De ser confirmado como secretario de Estado, Rubio tendría una posición única para implementar sanciones más severas, aumentar el financiamiento a grupos opositores y restringir aún más los viajes a Cuba.
Peter Kornbluh, coautor de Back Channel to Cuba, explicó a Oppmann que “[Rubio] alcanzó la cúspide del poder y una posición en el gobierno de EE.UU. que nunca antes había ocupado y va a utilizarla en Cuba para demostrar su reputación como un extremista de línea dura respecto de la Isla”. Kornbluh advirtió además que esta situación “realmente podría ser el último clavo en lo que ya es una tumba muy profunda para Cuba”.
A lo largo de su carrera, Rubio ha convertido el tema de Cuba en un eje central de su política, es una causa personal. Su biografía oficial del Senado destaca que ingresó a la política “en gran parte por su abuelo, que vio su patria destruida por el comunismo”. En conversación con Oppmann, Manuel Roig-Franzia, autor de The Rise of Marco Rubio, señaló que el senador cubanoamericano “se ha definido a sí mismo como el hijo de inmigrantes cubanos” y que sería “impactante” que no buscara aumentar el perfil de Cuba en la política exterior estadounidense como secretario de Estado.
Según un diplomático entrevistado bajo condición de anonimato, durante el primer mandato de Trump, Rubio ya tuvo un rol preponderante en la política hacia la Isla: “Rubio llevaba la voz cantante sobre Cuba […]. Solo hay que tenerle contento”.
Entre las posibles repercusiones de una política más agresiva, como secretario de Estado, el senador por Florida tendría la capacidad de influir directamente en países vinculados económicamente a Estados Unidos para recortar su apoyo a La Habana. Yendo más allá, Marco Rubio incluso podría utilizar su posición para presionar a aliados claves de Cuba como México, que ha sostenido a la Isla con envíos de petróleo y contratos médicos.
En Miami, bastión de la comunidad exiliada cubana, Rubio es visto como un defensor de los intereses de quienes huyeron del régimen socialista. Su postura dura podría consolidar aún más su apoyo entre los votantes latinos conservadores.
No obstante, algunos expertos entrevistados por el citado periodista advierten sobre el riesgo de estas políticas. Ricardo Herrero, director del Cuba Study Group, expresó que “que yo sepa, no hay planes sobre qué hacer con un Estado fallido a 145 kilómetros de las costas estadounidenses. Que es a lo que Cuba parece acercarse”.
En un arrebato de optimismo Miguel Díaz-Canel, comentó a medios estatales tras la elección de Trump: “Seguiremos adelante, sin miedo, confiando en que con nuestro propio esfuerzo, con nuestro propio talento, podemos salir adelante”.
Sin embargo, los datos sobre el terreno, en particular los frecuentes apagones y la escasez de bienes básicos, contrastan con estas declaraciones. La economía cubana continúa en pleno proceso de hundimiento.
El análisis de Patrick Oppmann subraya que las políticas que podría implementar Marco Rubio como secretario de Estado tendrían implicaciones profundas, no solo para la ya debilitada economía cubana, sino también para las relaciones bilaterales y la estabilidad regional. El desenlace dependerá de cómo el régimen cubano maneje la presión y de si Estados Unidos considera los posibles efectos colaterales de un colapso en la Isla.
El nombramiento de Marco Rubio como secretario de Estado significará un endurecimiento de la política de EE.UU. hacia Cuba. Rubio, crítico del régimen cubano, ha abogado por sanciones y restricciones más severas. El liderazgo de Marco Rubio en la diplomacia estadounidense podría consolidar una política exterior más agresiva hacia América Latina. Su enfoque podría significar un aumento de las sanciones y restricciones para los regímenes autoritarios en la región, alineándose con la visión de "Estados Unidos primero" de Donald Trump.