El régimen cubano anuncia una recuperación de la industria cementera en el país que estiman que ocurra de forma más ostensible en 2022, cuando serán producidas 1 400 000 toneladas de cemento.

El ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, dijo que “continuará produciéndose en la fábrica José Mercerón, de Santiago de Cuba, llevando por cabotaje el clínker (producto principal del cemento común) elaborado en la de Cienfuegos. Si en Sancti Spíritus se mantiene estable la Siguaney con su horno –como hemos previsto–, deberíamos entonces trasladar una cifra discreta de clínker de la Perla del Sur a esa planta”.

Asimismo, el titular del Ministerio de la Construcción (Micons) señaló que “está programada, a finales de 2022, la terminación de las nuevas fábricas de cemento, las cuales iniciarían su producción durante el primer trimestre de 2023”.

El funcionario aseguró a la prensa oficialista que, gracias a la venta del producto en el mercado interno en moneda libremente convertible, “se ha podido contar con nuevos créditos. En este mismo mercado, en el cual continuará trabajándose en busca de sostenibilidad, deberán ubicarse en el año entre 100 000 y 150 000 toneladas a la venta”.

Según refiere, no se cumplen las entregas del renglón, de ahí que las formas no estatales han querido importar cemento desde el exterior “por lo cual está previsto venderles, en divisas, cemento a las que deseen comprarlo”.

“Estamos en las mejores condiciones, al cierre del año, para la venta de dicho cemento. Eso nos daría la posibilidad de comenzar a sostener cuanto hemos logrado hasta hoy y seguir mejorando en el futuro». Después que cubramos todo el mercado interno, el país comenzaría a exportar cemento”, indicó.

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