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Revelan el Último Mensaje de un Pasajero, antes de la tragedia aérea en Corea del Sur: '¿Debería Dejar un Testamento?'

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 29 de diciembre de 2024

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El cielo sobre Corea del Sur se tiñó de tragedia este domingo, cuando el vuelo 2216 de la aerolínea Jeju Air, que viajaba entre Bangkok y Muan, se estrelló en un aterrizaje de emergencia, dejando 179 muertos y solo dos sobrevivientes. Entre las víctimas, los últimos momentos de uno de los pasajeros fueron capturados en un mensaje desgarrador que, tras su difusión en redes sociales, ha conmocionado al mundo.

A las 09:01 de la mañana, el pasajero, un padre preocupado, envió un mensaje a su familia. En él se percibía la desesperación y el miedo creciente que se apoderaba de él mientras el avión caía en picada hacia su destino fatal:  

"Espera, un pájaro ha quedado atascado en el ala. No podemos aterrizar. ¿Debería dejar un testamento?".

Pocos minutos después, su hijo trató de llamarlo repetidamente, sin obtener respuesta. A las 09:37, el hijo, en un último intento de conectar con su padre, escribió:  

"¿Por qué no consigo llamarte?". Pero el mensaje nunca fue leído. Y con ello, la última esperanza de contacto se extinguió en ese mismo instante. 


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El desolador paisaje en Muan: Una tragedia sin palabras


El Aeropuerto Internacional de Muan, normalmente un lugar de tránsito se convirtió en un escenario desolador. El aire estaba impregnado por el hedor a gasolina, mientras que a través del cordón policial se podían ver trozos de metal retorcidos, maletas destrozadas y restos de asientos esparcidos sobre el suelo. Un caos indescriptible, apenas unos metros alejados de los restos carbonizados del vuelo 2216, ahora reducido a un amasijo de escombros.  

El Boeing 737-800, que hacía el recorrido entre Bangkok, Tailandia, y Muan, en el suroeste de Corea del Sur, había intentado aterrizar de emergencia, pero el impacto fue fatal. El avión se estrelló contra una pared en la pista, estallando en una gigantesca bola de fuego que iluminó el cielo y devoró rápidamente todo a su paso.

A pesar de los esfuerzos heroicos de los equipos de rescate, solo dos miembros de la tripulación lograron sobrevivir. Los 179 pasajeros que estaban a bordo de ese vuelo, entre ellos el padre que envió el mensaje angustioso, perdieron la vida en cuestión de minutos.

Bajo la luz de los focos, la agonía continúa

A medida que avanzaba la tarde, los focos de los equipos de rescate iluminaban los restos del avión mientras una grúa amarilla intentaba levantar el fuselaje, revelando la magnitud del desastre. Los equipos continuaban su operación de búsqueda en un ambiente de silencio pesado, interrumpido solo por el sonido de los flashes de las cámaras y las voces graves de los periodistas que documentaban lo irremediable.

Sobre el asfalto, más allá de los destrozos, se podían ver folletos del Duty Free, guantes de la tripulación, y fragmentos de la cola del avión carbonizada. Imágenes que parecían más propias de una pesadilla que de la realidad. En la terminal del aeropuerto, familiares de las víctimas se agrupaban, esperando noticias, pero las respuestas nunca llegaban. El rostro de la tragedia estaba estampado en sus ojos: miedo, desconcierto, y, sobre todo, un dolor profundo que se negaba a disiparse.



El vacío de la incertidumbre: La desesperación no termina


Las autoridades aún no han revelado oficialmente las causas que provocaron el desastre. Sin embargo, el alto funcionario del Ministerio de Transporte, Joo Jong-wan, indicó que se han recuperado los datos de vuelo y las grabadoras de voz de la caja negra del avión. Expertos del gobierno ya están trabajando para esclarecer los detalles de lo sucedido, pero mientras tanto, las familias siguen aguardando respuestas, atrapadas en una tormenta de angustia.


Un hombre mayor, visiblemente quebrado por la tristeza, dijo a la AFP con voz rota:  

“Uno de mis hijos iba a bordo del avión… Todavía no ha sido identificado”. Su rostro, reflejo de la desesperación de un ser querido perdido, sigue resonando en el dolor colectivo que embarga a todos los afectados por esta tragedia.

Mientras las autoridades trabajan en el esclarecimiento del siniestro, las pistas del aeropuerto de Muan permanecerán cerradas durante una semana, sumiendo a toda la región en una espera silenciosa pero abrumadora. La pregunta queda en el aire, flotando entre el humo y las ruinas: ¿cómo se puede sanar una herida tan profunda, una tragedia que se lleva tanto en tan poco tiempo?



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