Contrastes de una Revolución: La pobreza en Cuba frente a los lujos del poder
Redacción de CubitaNOW ~ martes 31 de diciembre de 2024
En el último día del 2024, el Parque Central de La Habana, alguna vez símbolo de encuentros y debates, se ha convertido en un crudo recordatorio de la realidad que enfrentan millones de cubanos. Dos mendigos, durmiendo a plena luz del día bajo la mirada de turistas y locales, representan un contraste desgarrador con las promesas de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro.
Fidel Castro robó, desterró a millones, invadió media América y parte de África. Expropió todo, humilló y amenazó a cuanto opositor existió o existirá. Todo para, según el, no tener pobres en cuba. Hoy en día el 90% son pobres. Socialismo le llaman.
— EL MAKINA OPINA (@FrankElMakina) December 31, 2024
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Fidel proclamó que la Revolución era "de los humildes y para los humildes", asegurando que nadie quedaría abandonado. Sin embargo, más de seis décadas después, el sueño de igualdad ha dado paso a una realidad de desigualdad y pobreza generalizada. Según un ciudadano entrevistado en el Parque Central, “Fidel Castro robó, desterró a millones, invadió media América y parte de África. Expropió todo, humilló y amenazó a cuanto opositor existió o existirá. Todo para, según él, no tener pobres en Cuba. Hoy en día, el 90% somos pobres. Socialismo le llaman.”
Pobreza creciente y prioridades cuestionadas
El contraste entre la creciente pobreza y las inversiones del conglomerado militar GAESA, que controla una gran parte de la economía cubana, es cada vez más evidente. Mientras los cubanos enfrentan dificultades para acceder a alimentos básicos, medicamentos y viviendas dignas, GAESA destina recursos millonarios a la construcción de hoteles de lujo que permanecen mayoritariamente vacíos.
“¿Cómo es posible que tengamos mendigos en las calles, mientras se inauguran hoteles que nadie puede pagar? Esto no es socialismo, es cinismo”, añadió otro habanero, visiblemente molesto.
Una sociedad desamparada
En un país donde el lema oficial sigue proclamando que "la Revolución no deja a nadie atrás", las imágenes de personas viviendo en las calles desnudan una realidad incómoda. La falta de oportunidades, el éxodo masivo de jóvenes y profesionales, y una economía en ruinas son el resultado de un sistema que prioriza la propaganda sobre las necesidades del pueblo.
Para los cubanos, el fin de 2024 no es motivo de celebración, sino un recordatorio de las promesas incumplidas de un régimen que, en lugar de proteger a sus ciudadanos, ha dejado a la mayoría en la pobreza.
El clamor por un cambio
La denuncia de este cubano de a pie, que se suma a las voces de millones dentro y fuera de la isla, refleja un hartazgo creciente. En redes sociales y en las calles, la gente comienza a cuestionar abiertamente el sistema, exigiendo un cambio que permita a los cubanos vivir con dignidad.
Mientras tanto, el contraste entre los hoteles de lujo y los mendigos en el Parque Central sigue siendo una metáfora dolorosa de la Cuba de hoy: una nación atrapada entre las promesas de un pasado glorificado y la cruda realidad de un presente que reclama justicia y esperanza.