La última foto que se tomaron los jóvenes cubanos Leo Alejandro Doval y Fabián Naranjo, fallecidos durante el incendio que se registró en Matanzas la anterior semana en el supertanquero de Matanzas, ha salido a la luz pública.

De acuerdo con el reporte de la página aCuba, los reclutas se tomaron la fotografía mientras avanzaban hacia el lugar de los hechos.

Ambos jóvenes pertenecían al Comando 3 del Aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez y, según trasciende, la instantánea “fue publicada en WhatsApp por uno de los jóvenes cuando se disponían a combatir el feroz incendio de la base de supertanqueros”.

En la fotografía los jóvenes se ven juntos, con sus trajes de bomberos, con una seriedad que pudiera interpretarse como preocupación.

Las miradas de estos jóvenes, sus rostros y esta impactante fotografía, han sensibilizado a muchos cubanos en las redes sociales.

“Dios mío, lágrimas brotan en mis mejillas, que partida. Niños empezando a vivir, que dolor para esas familias, mis condolencias y que El Señor Los tenga en el Rincón Más Bello del Cielo. E P D”, lamentó Mercy Miranda.

“Hasta hoy no quise saber mucho del incidente catastrófico que ocurrió en Matanzas, porque no estaba preparada emocionalmente pues todo esto me oprime el corazón, hoy aquí acostada en un banco de un hospital me decidí a ver las noticias y de veras me asombra ver las fotos de estos adolescentes ¿por qué? ¿por qué los mandaron a ellos, jóvenes y sin experiencia para este terrible incendio? Sin palabras. Triste, muy triste. Mis condolencias a las familias, Dios mío dale paz”, añadió Fi Nita.

Familiares de estos jóvenes han manifestado su dolor por su partida y han compartido sentidos mensajes de adiós, mientras el régimen no comparte información sobre los desaparecidos.

En el caso específico de Leo Alejandro Doval, de 19 años, su abuela Vivian López escribió:

“Solo un niño que iba a entrar en su etapa juvenil truncada. Destrozados sus sueños y proyectos de vida. Soñaba con ser neurocirujano y nos comentaba con entusiasmo sobre lo mismo. Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí”.

Su tía Yunia Doval detalló que su sobrino solo había pasado un curso de 15 días en los bomberos y era un “muchachito inexperto” que solo había visto el fuego “de la cocina de su mamá”.

Por otro lado, los familiares de Fabián Naranjo, otro de los reclutas desaparecidos que cumplía con el Servicio Militar en el Comando de Bomberos del Aeropuerto de Varadero, han pedido respuestas.

“¿Quién va a asumir la responsabilidad de llevar a esos niños sin experiencia a una escena tan peligrosa? ¿Quién les ordenó que debían colocarse en la zona roja, donde serían alcanzados por las llamas si aumentaba la fuerza del incendio, como ocurrió? ¿Quién fue el que no pensó que estaba poniendo en peligro la vida de niños, que sus padres desde casa hacían sanos y salvos?”, preguntó Yanelys Naranjo.

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