Con el título ‘Violadores de precios: o van a lo justo, o van al fracaso’, el diario Granma volvió a la carga para criminalizar a los trabajadores privados en la isla, un sector en cuyo desarrollo los economistas ven el futuro del país, pero al cual el gobierno sofoca constantemente.

Los cuentapropistas en Cuba, no tienen mercado ni ventas mayoristas que faciliten su trabajo, pero sí son fuertemente perseguidos por inspectores, y castigados con cuantiosas multas.

“De todo hay en la viña del señor”, no se puede negar que existe especulación con los precios, cuestión que podría resolverse con el aumento de la producción de alimentos, pero el gobierno cubano no favorece producir más, su método eficaz es multar al sector privado y acusarlo de los altos costos de alimentarse hoy en la isla.

De acuerdo con el mencionado artículo, para el control de los precios, en el país se han realizado más de 52 500 inspecciones al comercio minorista, tanto al estatal como no estatal.

En el 47 % de estas inspecciones se han adoptado 33 910 medidas, ante violaciones de precios, dicen

En esta primera etapa (del Ordenamiento iniciada el 1 de enero de 2021) prácticamente un 65 % de los incumplimientos está enmarcado en mercados agropecuarios y en la comercialización de diferentes productos de esa naturaleza, así como en servicios gastronómicos, precisaron.

Entre las medidas adoptadas, se encuentran más de 600 retiros de licencia a actividades de trabajo por cuenta propia y unos 750 decomisos.

El ministro de Economía, Alejandro Gil compartió el artículo en su perfil de Twitter, lo que le valió duros comentarios de usuarios cubanos: “Hay que ser descara'o, para que un ministro cite semejante artículo, con esas fotos además, probablemente fuera de contexto, ya de por sí condenados al fracaso, como casi todo negocio en este país donde existen más controles y regulaciones que soluciones”, le espetaron.

Hay que ser descarao, para que un ministro cite semejante artículo, con esas fotos además, probablemente fuera de contexto, ya de por sí condenados al fracaso, como casi todo negocio en este país donde existen más controles y regulaciones que soluciones

— Deshollinador (@deshollinador31) January 18, 2021

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