Mario Alberto Céspedes Pérez y Michael Méndez Vega salieron de Cuba rumbo a Moscú el pasado 13 de octubre. La idea que tenían era trabajar un poco y luego trasladarse a España, pero lo que vivieron en el trayecto ha sido demasido duro.

El 11 de enero ambos salieron rumbo a Minsk, la capital de Bielorrusia, para intentar cruzar la frontera. Estuvieron unos seis días vagando por los bosques helados con la intención de llegar a Polonia.

“Después de pasar la primera cerca entre Bielorrusia y Polonia, llegamos a tierra de nadie; ahí nos sentamos a descansar porque estábamos agotados y también porque suponíamos que si ya habíamos dejado atrás Bielorrusia, sus soldados no iban a perseguirnos”, explicaron al medio independiente Cubanet.

Sus pronósticos no se cumplieron, los guardias sí llegaron y los montaron en una furgoneta junto a un grupo de sirios con la promesa falsa de que los dejarían más cerca de territorio polaco, aunque realmente lo que hicieron fue alejarlos al norte, cerca de Lituania, en una zona llena de animales salvajes.

Se quedaron sin comida, el frío los afectó mucho. Los guardias los golpearon y los obligaron a correr cuando apenas podían moverse.

Ambos caminaron por varios días hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Yakúovichi Jakubyčv pero de allí los obligaron otra vez a regresar a Lituania.

En el trayectio lograron hacer una publicación en Facebook contando todo lo que estaban viviendo. la intención era que supieran su ubicación por si morían.

La historia de ambos se hizo viral y varias fuentes confirmaron que habían sido rescatados aunque ellos aseguran que no fue así.

“En las redes vi publicaciones que decían que nos habían rescatado, pero realmente no hubo un rescate como tal, ni asistencia médica. Al contrario, los bielorrusos nos trataron como bestias y nos obligaron a caminar a una velocidad que no podíamos porque no nos daban las fuerzas”. 

Mario y Michael, ambos de Las Tunas, están desde el pasado día 20 en Moscú. Han recibido la ayuda de unos amigos porque ellos gastaron todo su dinero y el que les quedó se los quitaron los guardias de Bielorrusia.

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