Cubadebate defiende publicaciones frívolas de Lis Cuesta en Twitter: Es una cuenta personal y usa la ironía
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 13 de abril de 2022
El portal oficialista Cubadebate salió este miércoles en defensa de las publicaciones en Twitter de Lis Cuesta, esposa del gobernante designado Miguel Díaz-Canel, que en los últimos días han dado mucho de qué hablar por su falta de seriedad y empatía.
En la sección “Chapeando” de dicho medio, conducida por la vocera Arleen Rodríguez Derivet del programa televisivo Mesa Redonda, los defensores plantean que Cuesta emplea la ironía en sus publicaciones y que además se trata de una cuenta personal por lo que no tendría que responder a ciertos estándares de comunicación.
“Sin más título que el de cubana, abuela, revolucionaria y profesora, Lis Cuesta Peraza publicó en su recién abierta cuenta en Twitter una foto de su esposo, el presidente Díaz - Canel, elogiando sus atractivos "por dentro y por fuera" y calificándolo como "el dictador de mi corazón" en abierta e irónica referencia al epíteto que los enemigos de la Revolución cubana han querido imponerle al primer secretario del Partido en las más populares redes sociales”, dice la plataforma.
A través de un podcast, Reinier Duardo, cuyo perfil en Twitter indica que es “abogado y analista político”, sostiene que “la caracterización de la cuenta es absolutamente personal, con lo cual deja claro que no es algo oficial, ni siquiera en su condición de funcionaria del Mincult”.
También aclara que el cargo de primera dama no existe en Cuba, por lo que Cuesta no ostenta esa posición. Sin embargo, una simple revisión a los parámetros de Twitter serviría para poner en entredicho lo esgrimido por los defensores del castrismo.
Si se observa la cuenta de Lis Cuesta en Twitter, se verá que presenta la insignia azul (justo a la derecha del nombre de usuario) que la señala como un perfil de interés público, según las normas de esa red social. “Para obtener la insignia azul, tu cuenta debe ser auténtica y notoria y estar activa”, explica Twitter. La insignia también se obtiene por medio de un proceso de verificación de identidad.
La cuenta verificada debe representar a una persona o una marca de amplio reconocimiento, o estar asociada a ellas. Además, existen categorías para la verificación. Entre ellos, perfiles asociados a gobiernos o agencias gubernamentales, ministerios e instituciones, agencias de noticias, empresas, deportes y activismo.
De modo que la cuenta de Lis Cuesta, abierta el pasado 31 de marzo, no es la de un usuario cualquiera de Twitter. No obstante, Cubadebate calificó los desatinos de Cuesta como algo “bueno”, “porque va delante y porque deja mensajes que, con muy pocos recursos, desmontan en poco tiempo el más agresivo discurso del adversario”.
Incluso el portal llegó a comparar los tuits de Cuesta con los de otras cuentas obviamente menos significativas y formales como las de la “periodista” española Ana Hurtado y el “trovador” argentino Daniel DeVita, ambos defensores del castrismo.
“Sin dudas, el tuit de Lis Cuesta descolocó a dos tipos de usuarios de las redes: a los haters u odiadores (era lógico siendo de amor el mensaje) y a los que creen que el amor no puede mezclarse con la política”, apunta el medio. “Increíblemente, es ese amor lo que nos salva y distingue de quienes quieren borrarnos del mapa”, asegura.
En Twitter, Rodríguez Derivet llamó a “examinarse” a todo el que no le dio “me gusta” al tuit de Cuesta en que llama a Díaz-Canel el “dictador de mi corazón”, palabras que rápidamente contrariaron e indignaron a más de un centenar de usuarios.
“Necesitan urgentemente una transfusión de amor. El odio, demasiado tiempo ejercido, nubla el entendimiento”, dice la vocera. En los últimos meses el régimen ha optado por usar el término “amor” en su discurso, pero la realidad es que cada vez parece más desentendido de la realidad del pueblo. Cientos de cubanos permanecen hoy encarcelados por protestar en las calles el pasado 11 de julio, incluyendo menores de 18 años. El gobierno ha usado en todo momento palabras despectivas contra los manifestantes y el exilio que clama por su libertad, algo muy lejos de la actitud “amorosa” que pregonan.