El presidente Donald Trump anunció nuevas tarifas migratorias que impactarán directamente a los trabajadores extranjeros y a las empresas que buscan contratarlos. La medida forma parte de su estrategia para priorizar a los ciudadanos estadounidenses frente a la mano de obra internacional.
Entre los cambios más llamativos está la introducción de una tarifa anual de 100.000 dólares para las visas H-1B, utilizadas principalmente por compañías tecnológicas para contratar ingenieros, programadores y especialistas en áreas avanzadas. Según la administración, esta cifra busca garantizar que solo los “mejores talentos” tengan acceso a estas oportunidades.
Además, Trump firmó una orden ejecutiva para crear la llamada “tarjeta dorada”, un permiso de residencia permanente que podrá obtenerse únicamente mediante el pago de un millón de dólares. Esta tarjeta funcionaría como una alternativa a la tradicional “green card” y, en palabras del mandatario, permitiría atraer a profesionales “extraordinarios” que, a su vez, podrían ser retenidos por grandes corporaciones mediante incentivos financieros similares a los bonos de firma en el deporte profesional.
“Queremos que la gente más excelente venga a nuestro país”, afirmó Trump. “Las empresas podrán competir ofreciendo beneficios especiales, pero el acceso será limitado a quienes demuestren un valor excepcional”.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, respaldó la medida al señalar que cada año se otorgaban alrededor de 281.000 tarjetas de residencia, en muchos casos a personas con ingresos promedio que incluso podían requerir asistencia pública. “Con la tarjeta dorada, solo los trabajadores de más alto nivel podrán quedarse permanentemente”, aseguró.
Grandes empresas tecnológicas, como Amazon, Microsoft y Meta, ya manifestaron su disposición a pagar las nuevas tarifas para asegurar la permanencia de su personal especializado. Según datos oficiales, solo Amazon obtuvo este año más de 10.000 visas H-1B, mientras que Microsoft y Meta superaron las 5.000 cada una.
Actualmente, el gobierno distribuye unas 85.000 visas H-1B anuales, que permiten trabajar entre tres y seis años en áreas especializadas. La mayoría de los beneficiarios proviene de la India (71%), seguida por China (11,7%), según cifras gubernamentales.
El anuncio llega en un contexto de endurecimiento general de la política migratoria bajo la administración Trump, que incluye deportaciones masivas, mayores restricciones al asilo y la exigencia de una fianza de 15.000 dólares para ciertos titulares de visas, medida que ya entró en vigor este año.
Fuente: USA Today
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