El empresario Elon Musk arremetió públicamente contra el nuevo proyecto de ley presupuestaria impulsado por el presidente Donald Trump, calificándolo como una “abominación repugnante” que pondrá en riesgo la estabilidad financiera de Estados Unidos. En una serie de publicaciones en la red social X, el CEO de Tesla expresó su rechazo frontal al plan que actualmente presiona el Congreso, impulsado por la bancada republicana.
“No puedo seguir callando. Este paquete de gastos es escandaloso y desproporcionado”, escribió Musk. “El Congreso está llevando a Estados Unidos a la bancarrota”. También advirtió que en las próximas elecciones buscará apoyar la salida de quienes, en sus palabras, “traicionaron al pueblo estadounidense”.
Sus declaraciones sorprendieron a funcionarios de la Casa Blanca, quienes ya conocían su escepticismo sobre el proyecto, pero no esperaban una reacción pública tan contundente, sobre todo después de múltiples reuniones con asesores presidenciales y legisladores republicanos.
Entre las preocupaciones de Musk está el efecto que tendría la ley sobre el déficit nacional. En entrevistas anteriores, ya había manifestado su decepción con el contenido del paquete aprobado en la Cámara de Representantes, advirtiendo que socavaría el trabajo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que él mismo lideró durante un periodo como asesor especial del gobierno.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió con firmeza a las críticas. “El presidente conoce la opinión de Musk, pero mantiene su respaldo. Este es un proyecto sólido que impulsará la economía”, declaró.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, expresó su sorpresa ante las declaraciones de Musk, especialmente luego de una conversación telefónica amistosa entre ambos. “Elon está equivocado. No es personal, pero es decepcionante, sobre todo porque discutimos el contenido del proyecto apenas ayer”, dijo Johnson.
Tesla, la compañía de Musk, se vería afectada por la eventual desaparición de los créditos fiscales para vehículos eléctricos que contempla el plan, lo que explicaría parte de su descontento. Estos incentivos, que otorgan hasta 7.500 dólares de descuento a los compradores, quedarían eliminados bajo la nueva legislación.
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, minimizó la crítica de Musk, llamándola “una diferencia de opinión”. Confirmó que planean avanzar con el paquete antes del 4 de julio.
El senador Rand Paul, sin embargo, apoyó las declaraciones del magnate. “Musk tiene razón. Este proyecto incluye un gasto excesivo y un aumento injustificado del techo de deuda”, afirmó. Paul también dijo que sostuvo una larga conversación con Trump en la que dejó claro que no votará a favor mientras ese aumento siga incluido.
A medida que se intensifica el debate en el Congreso, el distanciamiento de Musk —una figura influyente entre sectores conservadores y tecnológicos— podría tener implicaciones en la opinión pública. Mientras tanto, el proyecto aún debe superar varios obstáculos legislativos antes de llegar al escritorio de Trump.
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