El vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Paquito el de Cuba, se encuentra en el centro de la controversia tras un comentario realizado en sus redes sociales sobre la deportación de inmigrantes en Estados Unidos. En su publicación, Paquito usó el delicado tema de la deportación como pretexto para hacer un comentario personal sobre Ariel Pestano Jr., un exjugador de béisbol.

El comentario es calificado como “detestable y vergonzoso” por muchos usuarios, quienes consideran inapropiado y fuera de lugar mezclar un asunto tan serio como la deportación de inmigrantes con comentarios de tono personal. Paquito o Paquita, como le conocen muchos en las redes sociales, es actualmente uno de los máximos responsables de la UPEC, y termina siendo señalado por su falta de respeto no solo hacia Pestano, sino también hacia aquellos que están siendo deportados y enfrentan el riesgo de perder sus derechos.

El hecho de que un funcionario de alto rango de la UPEC haga este tipo de publicaciones desata un debate sobre los principios éticos y morales que se deben seguir, especialmente dentro de una organización que, según su misión, promueve el respeto y la responsabilidad en el ejercicio del periodismo.

La publicación de Paquito fue rápidamente eliminada, pero las capturas de pantalla que circularon en las redes sociales salvaron el "desastre" y el escándalo que dicha publicación generó. Los usuarios no dejaron pasar la oportunidad de criticar el tono de la publicación y la falta de respeto mostrada, lo que ha tenido un eco negativo tanto en el ámbito personal de Paquito como en su posición dentro de la UPEC.

Numerosos comentarios en redes sociales apuntan a la contradicción que supone este tipo de actitud por parte de Paquito el de Cuba, quien, además de su cargo en la UPEC, se presenta como un defensor del respeto y la dignidad humana.

Este episodio debería llevar a algunos a cuestionar la idoneidad de Paquito para ocupar el puesto que ostenta, dado que sus declaraciones no solo afectan su imagen personal, sino también la credibilidad de la UPEC como institución encargada de velar por los derechos y el bienestar de los periodistas en Cuba.

Con esta publicación, Paquito abre un debate sobre los límites del humor y la ética en la esfera pública, y muchos esperan que, como parte de su responsabilidad institucional, rectifique y se disculpe por el comentario realizado.

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