Una nota de la prensa estatal cubana arremete contra los infractores que acuden fraude eléctrico para evitar pagar las abultadas tarifas de corriente.

De acuerdo con el reportaje, solo en el año 2020 se impusieron más de 13 mil multas por detección de fraudes eléctricos, con un promedio de 2,3 MWh por cada estafa detectada, recuperándose “una energía de 31 mil 964 MWh en todo el año”.

Los datos también hablan de cómo se comportaron los dos primeros meses del 2021, donde hasta el mes de febrero se aplicaron 1 mil 467 multas, recuperándose unos 3 mil 337 MWh de energía.

Los métodos fraudulentos incluyen procedimientos como : manipular la relojería, usar imanes potentes para evitar que el metro contador registre toda la energía que se consume, o de forma sistemática conectar de manera directa a la línea eléctrica uno o varios equipos burlando el registro del metro contador.

El negocio también involucra a cobradores e inspectores y de acuerdo con declaraciones de directivos de la Unión Eléctrica (UNE) “muchos no pagan electricidad al estado y lo hacen a trabajadores”.

Lo anterior descrito, sirve para justificar una cruzada que pretende lanzar la UNE, para presuntamente frenar estas ilegalidades.

Por ahora, hablan de inspeccionar a los 39 mil cuentapropistas cuya materia prima fundamental es el uso de la electricidad para el desempeño de su actividad; mover hacia el exterior los metros contadores que se encuentran dentro de la vivienda, así como estudiar los 3 mil bancos de transformadores medidos en los secundarios ubicados en las provincias de Artemisa, La Habana, Matanzas, S. Spíritus y Camagüey.

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