Donald Trump está listo para romper la tradición presidencial de ser el anfitrión de su predecesor en la Casa Blanca para una ceremonia oficial de retratos, según un nuevo informe, porque requeriría que invite a Barack Obama.

Trump no será el anfitrión del ex presidente por una presentación de sus retratos oficiales de la Casa Blanca y de Michelle Obama, a pesar de que el evento se considera una tradición en la política estadounidense moderna, informó el martes la agencia de noticias estadounidense NBC.

Obama fue el anfitrión de su predecesor, George W. Bush, durante una ceremonia de presentación en 2012, en la que dijo: "Podemos tener nuestras diferencias políticas, pero la presidencia trasciende esas diferencias".

Sin embargo, las crecientes tensiones entre Trump y Obama han provocado la cancelación del evento, sin planes de albergar al ex presidente y la primera dama para la ceremonia mientras el presidente permanezca en el cargo.

La noticia se produce después de que Obama dibujó titulares nacionales por sus críticas a la administración Trump y su respuesta aparentemente lenta a la pandemia de coronavirus durante una llamada telefónica privada con sus ex ayudantes, que luego fue informada por varios medios de comunicación.

Trump también ha atacado repetidamente a su predecesor con una frecuencia cada vez mayor en medio de la pandemia, alegando que estaba intentando derrocar a su presidencia de alguna manera y doblando el presunto escándalo "Obamagate", aunque no hay evidencia para apoyar tales teorías de conspiración.

Los reclamos giran en torno al ex asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, quien se declaró culpable en 2017 y admite haber tenido contactos con Rusia.

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