La emisora Radio Martí, una de las principales fuentes de información independiente para los cubanos, vuelve a estar operativa tras haber sido cerrada bajo una orden ejecutiva de la administración de Donald Trump. Según un reporte de América TeVé, a partir del miércoles 26 de marzo, los empleados federales de Radio Martí regresarán a sus puestos de trabajo, marcando un giro en la política de medios financiados por el gobierno estadounidense.

El pasado 15 de marzo, los empleados de Radio y Televisión Martí recibieron una carta notificándoles su baja administrativa, en cumplimiento de la orden ejecutiva firmada por Trump el 14 de marzo, titulada "Continuando la Reducción de la Burocracia Federal". Esta medida afectó directamente a la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM), encargada de supervisar a Radio y TV Martí, Voice of America y otras entidades de radiodifusión internacional.

La orden ejecutiva disponía la eliminación de funciones no esenciales y la reducción de personal al mínimo legalmente requerido. Como resultado, los empleados de Radio Martí fueron notificados de su baja administrativa con sueldo, aunque con la obligación de permanecer disponibles en caso de ser requeridos. Adicionalmente, los transmisores de la emisora en los Cayos de Florida fueron apagados, poniendo fin a las emisiones de uno de los medios de comunicación más importantes para la comunidad cubana dentro y fuera de la isla.

Ahora, apenas unos días después del cierre, la administración de Trump ha decidido restablecer Radio Martí, permitiendo que sus empleados regresen a sus labores y reactivando las transmisiones hacia Cuba. Según fuentes de la USAGM y el Congreso citadas por América TeVé, la emisora reanudará de manera progresiva sus servicios radiales, audiovisuales y la actualización de su página web.

El restablecimiento de Radio Martí representa un alivio para la comunidad cubana, tanto en el exilio como en la isla, donde la emisora ha sido una fuente fundamental de noticias no censuradas y un contrapeso a la propaganda oficial del régimen. Su desaparición había generado gran preocupación entre los activistas de derechos humanos y la oposición cubana, quienes veían en este medio una herramienta clave para la difusión de información veraz.

(Con información de América TeVe)

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