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Terror en el Metro de Nueva York: Ángeles Guardianes regresan tras brutales ataques

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 30 de diciembre de 2024

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Los Ángeles Guardianes, reconocibles por sus icónicos uniformes rojos, han retomado las patrullas ciudadanas en el sistema de metro de la Ciudad de Nueva York tras una escalada de ataques violentos que ha sembrado el miedo entre los pasajeros. El detonante más reciente: el brutal asesinato de una mujer que fue quemada viva mientras dormía en un tren en Brooklyn.

Regreso de un símbolo de protección

Este grupo de voluntarios, liderado por el excandidato a la alcaldía Curtis Sliwa, ha desplegado equipos de tres personas para patrullar los vagones y estaciones. Además de supervisar la seguridad, atenderán a personas sin hogar ofreciéndoles agua y asistencia básica, mientras reportan incidentes al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).

El último despliegue de los Ángeles Guardianes fue en 2021, en medio de una ola de violencia dirigida a neoyorquinos de origen asiático. Sin embargo, su retorno actual está marcado por un clima de incertidumbre y un repunte de crímenes violentos que han dejado a la ciudad en estado de alerta.


Una respuesta a la desesperación

“El asesinato en Brooklyn fue la gota que colmó el vaso”, declaró un portavoz del grupo. Desde el trágico incidente, cientos de ciudadanos han solicitado su regreso como medida desesperada para combatir el caos en los subterráneos.


Tensión entre la alcaldía y el grupo ciudadano

El regreso de los Ángeles Guardianes no ha estado exento de polémica. La oficina del alcalde Eric Adams minimizó la alarma, asegurando que se han destinado más de 1,000 policías por día al sistema de metro y que la delincuencia en el transporte público está disminuyendo.

“Este es un intento teatral de llamar la atención”, afirmó el alcalde Adams en un comunicado. “Nosotros seguimos enfocados en soluciones reales, no en espectáculos.”


Nueva York, atrapada entre el miedo y la esperanza

Mientras los Ángeles Guardianes reanudan sus patrullas, los neoyorquinos enfrentan una dualidad: la esperanza de recuperar la seguridad y el temor de que el sistema de metro se convierta en un campo de batalla entre la ciudadanía y la violencia descontrolada.

El desafío está servido, y el tiempo dirá si este grupo, símbolo de resistencia ciudadana, puede realmente devolver la calma a una ciudad que parece vivir al borde del peligro.







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