Vania Mojena de 43 años, Daynilis Lobaina Torrell, 30; Doralis Cardoza Artiles de 25 y una mujer de 37 años, identificada preliminarmente como Yanisel Riverón Meriño, fueron víctimas de feminicidio en el lapso de un mes, entre octubre y noviembre. La cifra de feminicidios en Cuba escaló a 50 en lo que va de año, tras la confirmación en las últimas horas de otros cuatro asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, según el registro llevado por plataformas independientes.

Mojena falleció el 13 de noviembre tras ser agredida por su expareja en su hogar en Mabay, Bayamo, en la provincia de Granma. El crimen fue cometido frente a sus tres hijos, dos de ellos menores de edad. “Eran conocidos públicamente los malos tratos que había sufrido Vania cuando era pareja del agresor”, revelaron las plataformas, al tiempo que subrayaron “la urgencia de que Cuba cuente con un sistema integral de prevención, en el que casos de conocimiento público como este y otros podrían ser evitados”.

Lobaina fue asesinada por su pareja el 10 de noviembre, en su hogar en Mula de Sabana en Maisí, Guantánamo. Varios familiares de la mujer resultaron heridos mientras intentaban impedir el crimen, que “fue con ensañamiento”. La fallecida era madre de dos niñas.

La vida de Cardoza fue truncada también por su pareja, el primero de noviembre, en su vivienda en Isla de Turiguanó, Morón, provincia de Ciego de Ávila. A ella también la sobreviven dos hijos mejores de edad. 

Según la información, el 12 de octubre, la mujer identificada como Yanisel Riverón Meriño murió a manos de su pareja, en plena vía pública en la ciudad de Holguín. Antes de consumar el asesinato, el agresor había atacado en su casa al hijo de 15 años de Riverón, el cual “ya se encuentra sin peligro para la vida”. Las plataformas transmitieron condolencias a los hijos de las cuatro víctimas y al resto de sus familiares y personas allegadas.

La nota de las plataformas que siguen muy de cerca los feminicidios en Cuba precisa que estos hechos fueron publicados por medios de prensa, la ciudadanía y activistas, y verificados con fuentes comunitarias por el esfuerzo conjunto de ambas organizaciones. Según su cómputo, se han registrado seis intentos de feminicidio y se necesita acceso a la investigación policial de seis posibles casos de crímenes de esta naturaleza, ocurridos en La Habana (3), Santiago de Cuba (2) y Villa Clara (1).

Las organizaciones están investigando otros posibles feminicidios: dos en Matanzas, dos en La Habana y uno, respectivamente, en Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba.

En su comunicado, OGAT y YSTCC ( Observatorio sobre Igualdad de Género y Alas Tensas, plataformas ya mencionadas) también lamentaron y enviaron condolencias a las familias de dos cubanas asesinadas en condiciones de trata por el crimen organizado en la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, México.

El subregistro de feminicidios en Cuba que llevan ambas plataformas incluyó un total de 89 crímenes de ese tipo en 2023. Sin embargo, en diciembre de ese año, el gobierno cubano publicó estadísticas oficiales sobre violencia contra la mujer y afirmó que hasta el cierre de octubre se habían reportado 117 feminicidios, aunque sin utilizar ese término para referirse a los asesinatos.´

El conteo de las autoridades cubanas sobrepasa el número de muertes violentas de mujeres que contabilizan las organizaciones feministas independientes en el país, dedicadas a la atención de la mujer y la protección de sus derechos. En agosto, el régimen reveló que en 2023 fueron juzgados en tribunales 110 casos de asesinatos de mujeres de 15 años o más por razones de género, según datos del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género.

También fueron juzgados 378 casos de violencia sexual y un número no precisado de mujeres quedaron con lesiones tras ataques de sus exparejas. En el Código Penal cubano no está tipificado el feminicidio como delito y tampoco se emplean los términos “feminicidio” o “crimen machista”. La oficialista Federación de Mujeres Cubanas reconoció que más de 16 mil mujeres y niñas, de 9 mil 579 familias, viven en situación de violencia en el país, cifras alarmantes y aún así la policía no toma medidas con los posibles atacantes. Tal parece que las cárceles están solo disponibles para los presos políticos.

El gobierno creó a mediados de este año un sistema nacional de registro, atención, seguimiento y monitoreo a los hechos de violencia de género en el entorno familiar que al parecer resulta ineficiente.

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