Las provincias orientales se encuentran en el pico más alto de contagios desde que comenzaron los efectos del Covid-19 en la isla. Santiago de Cuba, en especial muestra indicadores alarmantes. En menos de 15 se han reportado 5 fallecidos, cientos de nuevos contagios sumados a una veintena de estudiantes de medicina positivos al virus.

La capacidad de la provincia es limitada para procesar los exámenes PCR. Alrededor de 1000 personas aguardan por los resultados de sus pruebas mientras aumenta la demanda de nuevos exámenes para pacientes sospechosos. 

Este tipo de irregularidades patentan las denuncias realizadas por la sociedad civil de que el régimen oculta y maquilla la información sobre la pandemia. El doctor Luis Manet Lahera, director provincial de Higiene y Epidemiologia expresó en la televisión local: "toda persona que fallece de Covid-19 se le debe hacer durante la autopsia una muestra de tejido, que es el confirmatorio que utiliza el país para dar la noticia del deceso en los medios de difusión masiva".

Sus planteamientos generan dudas sobre la veracidad de los datos transmitidos, al estar Santiago en una crisis sanitaria donde la respuesta a los pacientes vivos es deficiente y dudosa. El Minsap no ha sido transparente y esto hace saltar las alarmas de que la situación podría ser en efecto mucho peor de lo que se muestra.



El régimen y sus representantes usan todas las artimañas a su alcance para desvirtuar la atención de los errores que se cometen en la gestión de la crisis. Santiago de Cuba es un ejemplo donde se oculta información, se echan a perder las muestras y se camuflan datos epidemiológicos para cumplir con metas ficticias. La propagación del Covid-19 continúa en auge en la provincia mientras las autoridades intentan mostrar todo bajo control.

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